El papa visita Santuario de la Caridad del Cobre. Autor: Juvenal Balán Publicado: 21/09/2017 | 05:18 pm
El Monseñor Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba, y el Padre Jorge Palma Arrúe, Capellán del Santuario del Cobre, recibieron al Papa Benedicto XVI en la puerta principal de la Basílica Santuario de Nuestra Señora de Caridad. El Séquito Papal y los Obispos ocuparon los primeros bancos.
Mientras el coro de cámara de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba entonaba las notas del Ave Maris Stella, el Padre Eugenio Castellanos le presentó a su Santidad el crucifijo, y el Diácono Leandro Naún Hung el aspersorio con agua bendita.
Segundos después el Santo Padre entró en procesión. Al llegar al Altar, adoró de rodillas brevemente al Santísimo Sacramento, y luego ascendió al Presbiterio, besó el Altar y se dirigió a la sede.
Una vez allí, el Sumo Pontífice saludó a los presentes y rezó la oración a la Santísima Virgen en el Año Jubilar. De rodillas frente a la Imagen de la Caridad, y con el coro de fondo interpretando Salve Regina, le ofreció un cirio encendido a la Reina y patrona de Cuba. Segundos después, regresó a la Sede para realizar los ritos de conclusión de su visita.
La actual Basílica Santuario Nuestra Señora de la Caridad se levanta en lo más alto del Cerro de Maboa, a 27 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba. Está compuesta por tres naves, rematadas por torres donde se enseñorean campanarios en un nivel más bajo, con una fachada principal simétrica. Su estructura central concluye en una cúpula.
El interior de la iglesia está decorado en tonos ocre y blanco. La Virgen que reposa en el interior de estos muros se alza en un altar que puede verse desde todos los rincones de la nave principal.
Debajo del Camarín de la Virgen descansa la denominada Capilla de los Milagros, pequeño recinto donde los creyentes depositan disímiles ofrendas como joyas, ropas, medallas… objetos comunes que entrañan un gran significado para los fieles.