El cocodrilo cubano apenas mide 40 centímetros. Autor: M. del Giovanni Publicado: 21/09/2017 | 05:18 pm
MATANZAS.— La historia del cocodrilo cubano que le fue mostrado recientemente al Papa Benedicto XVI, durante una audiencia pública en el Vaticano, ha recorrido el mundo, a propósito de la visita apostólica del Sumo Pontífice a Cuba, del 26 al 28 de marzo.
Sin muchos detalles, apenas las notas de prensa mencionan que «habita en una pequeña zona de Cuba»; sin embargo, debemos añadir que el Crocodylus rhombifer es exclusivo de la Ciénaga de Zapata, al sur de la provincia de Matanzas, donde único vive de manera silvestre, con poblaciones estimadas entre los 3 700 y 5 000 ejemplares.
El pequeño Crocodylus rhombifer, del parque Zoológico de Roma (Bioparco), mide 40 centímetros de largo y según explicó a Juventud Rebelde vía Internet Serena del Giudice, de la Oficina de Prensa del Zoo Bioparco, el próximo 23 de marzo será entregado al Zoológico de La Habana por el Señor Paolo Giuntarelli, presidente de la Fundación Bioparco.
Giuntarelli señala que con el envío del cocodrilo a Cuba, el Zoo de Roma, que pertenece a la diócesis del Pontífice, se une al viaje del Papa.
El Zoo Bioparco es visitado por alrededor de 700 000 personas anualmente y cuenta con cerca de 1 200 especies de animales de todos los continentes, algunas raras o en peligro de extinción como el cocodrilo cubano.
«El cocodrilo cubano (Crocodylus rhombifer) es el protagonista de una historia con un final feliz: a finales del 2011 estuvo en manos de una persona que lo tuvo en su casa en el norte de Italia y luego fue recuperado por el Cuerpo Forestal», explica Serena del Giudice.
«Afortunadamente, curado por los especialistas del Zoológico de Roma, el joven ejemplar ha recuperado las óptimas condiciones y será restituido a su territorio de origen», amplía Serena.
El joven médico veterinario Gustavo Sosa, del Criadero de Cocodrilos Boca de Guamá, en la Ciénaga de Zapata, enfatiza que tanto las poblaciones en cautiverio como libres deben estudiarse con mayor profundidad, sobre todo con investigaciones de la consanguinidad y las características genéticas, pues una de las mayores amenazas es el cruzamiento con el cocodrilo americano.
En este centro científico habitan más de un centenar y medio de hembras reproductoras, cuyos huevos se incuban casi tres meses, con una natalidad del 65 por ciento.
Actualmente, el cocodrilo cubano está en la Lista Roja de las Especies, por lo que este centro cenaguero pertenece desde 1994 a la Convención Internacional que regula el comercio de especies en peligro.
«Los cocodrilos cubanos son muy resistentes y como depredadores desempeñan un papel importante en el control de otras poblaciones de animales, al cazar a los débiles, aunque consideramos esencial su conservación fuera del lugar natural», especifica Sosa, quien precisa que ya consolidan la tercera generación de los nacidos en el criadero.