El Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón de Quesada; Edgardo Antonio Ramírez, embajador venezolano en Cuba, y Mirta Rodríguez, madre de Tony. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
«¡Que una multitud de mariposas atraviesen el estrecho y lleguen hasta las cárceles dispersas y les devuelvan la esperanza (…) Ellos están con nosotros. Es más, nunca se fueron», expresó Eusebio Leal, historiador de La Habana, en la inauguración de Cubanía en mariposas, la nueva exposición de acuarelas de Antonio Guerrero, uno de los cinco antiterroristas cubanos presos desde hace 13 años en EE.UU.
Esta vez, el poeta, el pintor, el hombre que junto a sus cuatro hermanos ha elevado el concepto de consagración y el servicio, regaló a los cubanos las acuarelas de 25 mariposas endémicas de Cuba, expuestas a partir de este lunes en el Museo Nacional de Historia Natural.
Las criaturas aladas atrapadas por Tony rebosan de colores y fueron pintadas a partir de fotografías tomadas por el prestigioso fotógrafo Liborio Noval, especialmente para este proyecto. Asimismo, cada pintura es acompañada por un poema o una canción de un autor cubano que habla de mariposas. Otra de las ideas de nuestro Guerrero.
Desde José Martí hasta Silvio Rodríguez, incluido el propio pintor, 25 autores conforman la lista e incluso, algunos textos fueron expresamente escritos para el vuelo de estas mariposas. Ellas, con la complicidad de un gran equipo de trabajo integrado por los compañeros del Museo, el especialista en mariposas Jorge Luis Fontenla, los familiares, así como reconocidas personalidades de la cultura, hicieron un largo viaje. Las mariposas trajeron a los Cinco. Adelanto de lo que debió ocurrir hace 13 años, de lo que tendrá que ser ya.
Durante la jornada se cantaron y leyeron los poemas, se presentó una nueva serie postal con aves nacionales, pertenecientes a la exposición anterior de Tony, y se recordó la necesidad de que crezca la solidaridad para que al Gobierno estadounidense no le quede otra opción que ponerlos en libertad, como apuntó el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón de Quesada.