Brigadas de linieros realizan su mayor esfuerzo para garantizar calidad. Autor: Lorenzo Crespo Silveira Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
GUANTÁNAMO.— Brigadas especializadas de jóvenes linieros trabajan entre nueve y diez horas diarias en la conversión de líneas de voltaje eléctrico de la ciudad capital de esta provincia, una de las labores más complejas dentro del programa de revitalización y modernización de esas redes en el territorio.
Según informó el ingeniero Sael Cantillo Guzmán, director de Restauración de Redes de la Organización Básica Eléctrica (OBE), la inversión, cuyo costo se calcula en alrededor de medio millón de pesos convertibles (CUC), consiste en la eliminación de un paso en el proceso de transmisión de corriente eléctrica para los clientes de la ciudad, desde las subestaciones que la alimentan.
Eso acerca más al cliente a la fuente de energía y permitirá un ahorro de 128 megawatts-hora de electricidad al año en la provincia.
La mencionada conversión implica, además, el cambio de más de 200 transformadores, 350 postes de madera por pilotes de hormigón de aproximadamente dos toneladas de peso, sustitución de conductores de diferentes calibres, herrajes y otros dispositivos de alta tecnología.
Igualmente, se realizan subdivisiones de circuitos para no sobrecargar los transformadores y que así, a cada vivienda o establecimiento estatal, llegue la electricidad con el voltaje adecuado.
Como resultado de esa labor tendrá mayor confiabilidad y seguridad el servicio, mejor calidad el voltaje, se producirán menos interrupciones y, consecuentemente, disminuirán las pérdidas en la transmisión de energía eléctrica.
Al referirse a las complejidades de los trabajos, Alíen Mengana Pérez, técnico en Redes y Sistemas de la OBE de Guantánamo, precisó que para la seguridad de los linieros es necesario desenergizar las líneas.
Explicó el joven de 28 años de edad, quien dirige esas labores en el terreno, que desde el mes de febrero, cuando iniciaron esa difícil y riesgosa labor, diferentes circuitos de la ciudad se han afectado con interrupciones del servicio eléctrico.
Lo que está previsto en estos casos es que los apagones no demoren más de cinco horas y que se produzcan no más de tres veces a la semana en el circuito donde se trabaja.
Aclaró, además, que cuando se excede de ese tiempo es por la complejidad del trabajo en el centro de la urbe, pues en esa zona se concentra la mayor cantidad de objetivos económicos y sociales, y es la de más tránsito de personas y de medios de transporte.
Trabajos similares se acometieron el pasado año en la zona sur, donde se encuentra en terminación la segunda subestación eléctrica de la provincia, la cual garantizará que sean menores las afectaciones en casos de emergencias o fallas del sistema, y cuya explotación requiere de la modernización en marcha.