Cuba logra una recuperación paulatina de los niveles de producción de sal destinada a la canasta básica familiar, tras la rehabilitación y mantenimiento de las plantas dañadas por los huracanes de 2008.
Yadira García Vera, ministra de la Industria Básica (MINBAS), destacó la labor de los trabajadores del sector en esta tarea que evitó la erogación de divisas en su compra en el mercado internacional, para garantizar los ciclos de entrega a las familias cubanas.
Vera explicó que, con el objetivo de prevenir nuevas afectaciones, se trabajó en la protección y elevación de los diques y en el sistema lagunar, con lo cual se minimizan los daños. Indicó que hoy existe disponibilidad suficiente de sal, la cual es ubicada en las empresas mayoristas con casi dos meses de antelación para su distribución a la red de bodegas y mercados de toda la nación.
Para disminuir el número de personas afectadas por hipertensión, y de común acuerdo con los ministerios de Salud Pública y de Comercio Interior, se redujo la cantidad que se entregaba, puntualizó Iván Martínez, vicetitular del MINBAS. Explicó que en Cuba se entregaba de forma normada 12 gramos per cápita diario a la ciudad, 18 al campo y 21 a las zonas de montañas, cifras muy superiores a las establecidas por la Organización Mundial de la Salud, que es de solo cinco en el día.
Se adoptó la medida de disminuir a 7,5 gramos y al no poderse cambiar el envase, a los núcleos de una y dos personas se les entrega una bolsita de un kilogramo para tres meses, mientras los núcleos de tres y cuatro personas reciben dos y las de más de cinco miembros una mensual.
Las familias cubanas están habituadas a consumir altas cantidades de sal y por tanto a no todas les alcanza la cantidad que les llega a través de la canasta básica, independientemente de que se estudia la posibilidad de liberarla en moneda nacional, acotó el funcionario.