Desde enero, cerca de 300 instructores de Arte o estudiantes de esa especialidad han organizado diversas propuestas culturales en Soplillar y otras comunidades cenagueras. Autor: Ramón Pacheco Publicado: 21/09/2017 | 04:53 pm
CIÉNAGA DE ZAPATA. Matanzas.— En su libro testimonial En marcha con Fidel, Antonio Núñez Jiménez recuerda que en la Laguna del Tesoro los sorprende el atardecer del 24 de diciembre de 1959.
—¿Adónde vamos?, es la pregunta que surge de cada uno de los que acompañamos al Jefe de la Revolución.
—Con los carboneros, a cenar con ellos, fue la respuesta de Fidel.
Entonces, el helicóptero se dirigió hacia el poblado de Soplillar: «Triste es el anochecer en aquellos solitarios parajes de fangales perennes, de maniguas infinitas donde apenas se ve el tenue resplandor de una mísera choza. Cerca de Soplillar, las luces de los faroles de dos bohíos indican a Fidel el punto de aterrizaje.
«La nave aérea enciende el reflector, que lanza un haz de luz hacia tierra. Más de una docena de niños con sus padres salen a recibirnos: son las familias de Carlos y Rogelio, quienes han visto cómo una estrella baja del oscuro cielo en su Nochebuena. Están muy lejos de suponer que en ella llega el Jefe del Gobierno de la República a cenar con ellos. En el patio del bohío, el helicóptero se posa como un ave nocturna».
A 50 años de aquel acontecimiento demostrativo de la estirpe humilde del líder de la Revolución, la Brigada Artística Martha Machado reconstruyó el sitio histórico donde junto a los carboneros del poblado de Soplillar, el 24 de diciembre de 1959.
Imprescindible historia
En aras de lograr la máxima fidelidad, estos hacedores de cultura tuvieron en cuenta fotografías de la época, documentos y fuentes testimoniales que aportaron los elementos imprescindibles para hacer una réplica lo más exacta posible del lugar.
El artista Alexis Leyva Machado, Kcho, creador de la Brigada Martha Machado, reconoció hace un tiempo el empeño de los brigadistas, y también de los mismos pobladores, el Partido, el Gobierno y las organizaciones y organismos locales para rescatar este sitio simbólico.
«Estableceremos en el mismo una especie de museo comunitario, donde se apreciarán detalles del propio hecho, es decir, de la Cena Carbonera, como más comúnmente se conoce, y de igual manera se verá cómo era la Ciénaga de Zapata antes de 1959», manifestó emocionado con este proyecto.
La Brigada Martha Machado se gestó en 2008 para llevar un mensaje cultural y de aliento a los cubanos residentes en las zonas afectadas por los ciclones Gustav, Ike y Paloma, pero luego comenzó a extenderse a muchos otros lugares del país, en los que ha montado campamentos para recibir a artistas de primera línea y a instructores de Arte o estudiantes de esa especialidad.
En Soplillar se establecieron a finales de enero, y desde entonces desarrollan a diario numerosas iniciativas culturales: organizan peñas, bailables, serenatas, talleres de Artes Plásticas... y han realizado murales y esculturas que hoy distinguen la comunidad.
Nos han enseñado a ver la vida de una manera distinta, nos han dado una dinámica espiritual que antes no teníamos, asiente el vecino Felipe Socorro, de 34 años.
Kcho adelantó entonces que la brigada trae una verdadera sorpresa: todos los recursos necesarios (incluido un banco de filmes de notable calidad) para instalar en el poblado un cine con tecnología digital.
Este 23 de diciembre fue inaugurada una exposición de fotografías tomadas a Fidel, mientras que el 24 se llevará a cabo una cena colectiva, además de la realización de un espectáculo artístico y un bailable.
El campamento de Soplillar será el primero de la Martha Machado que se convertirá en Cátedra de Contingencia, lo que implica una mayor preocupación de sus integrantes por las características económicas, sociales, culturales y hasta de la propia geografía y naturaleza en general de la zona.