SANTA CLARA.— Durante una sesión de trabajo efectuada aquí, el Consejo Militar del Ejército Central analizó las medidas factibles de implantar y algunas ya en ejecución, para reducir las causas que favorecen el impacto devastador de los huracanes.
También se valoraron las experiencias derivadas de la respuesta ante el azote de Gustav y Ike, de los trabajos de la etapa de recuperación, y cómo perfeccionar el control, la organización y disciplina en el cumplimiento de las tareas.
En el Consejo, presidido por el general de cuerpo de ejército, Joaquín Quintas Solá, viceministro de la FAR, y el general de división Raúl Rodríguez Lobaina, jefe del Ejército Central, se precisó que con anterioridad realizaron similar examen en los consejos de defensa de zona, municipios y en las provincias.
Ello facilitó contar con un profundo conocimiento, de cada lugar en particular, sobre el destructivo impacto de los últimos huracanes en las provincias de Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Villa Clara, Cienfuegos y Matanzas, que obligó a evacuar a más de 1 200 000 personas, la mayoría en casas de familiares y amigos.
Entre los daños sobresalen la afectación a más de 46 700 viviendas, de estas 1 430 derrumbadas y sensibles pérdidas en la agricultura, en la red eléctrica y de comunicaciones, entre otras.
Durante el Consejo, el general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, subrayó que de no ser por la experiencia en el enfrentamiento a los ciclones y las medidas preventivas aplicadas, los últimos huracanes hubieran ocasionado un desastre en el país.
Recordó que estos fenómenos atmosféricos resultan ahora más intensos, lo cual requiere prepararse cada vez mejor.
Para ello, precisó, se requiere conocer bien las características geográficas de cada lugar y los datos históricos de lo ocurrido allí en materia de desastres naturales para eliminar, en la medida de las posibilidades, las causas que favorecen la vulnerabilidad.
Al respecto, Omar Ruiz Martín, presidente del Consejo de Defensa de Villa Clara, a modo de ejemplo, reveló que en el Plan Turquino, del Escambray, resulta necesario evacuar personas por la falta de instalaciones resistentes a los fuertes vientos.
Esto, explicó, origina en la práctica el riesgo de un fatal accidente en la transportación, por lo que se decidió acondicionar con placas algunas viviendas y una tienda en la zona de Manantiales para evitar la evacuación.
Al profundizar sobre el tema, llamó la atención sobre la necesidad de insertar en los planes la construcción de obras que contribuyan a impedir inundaciones. Refirió que con la ejecución de dos puentes se evitaría ese fenómeno en la localidad villaclareña de Santo Domingo.
La idea de ampliar paulatinamente, de acuerdo con los recursos existentes, la edificación de viviendas y almacenes más resistentes, entre otras medidas, también fue sustentada por dirigentes de los consejos de defensa de distintas provincias.
Durante su intervención, el viceministro de las FAR, general de cuerpo de ejército Joaquín Quintas Solá, consideró la acción y las medidas aplicadas por los consejos de defensa como efectivas, lo que evitó pérdidas de vidas humanas y facilitó la protección de los recursos materiales.
Ponderó la participación del pueblo junto al Partido, las FAR y el MININT en el enfrentamiento a los ciclones y en los trabajos de recuperación.
Se encontraban presentes, además, los presidentes de los consejos de defensa de las provincias que componen el territorio del Ejército y otros jefes y oficiales de las FAR y del Ministerio del Interior.