Sobrepasa la cifra de 11 000 los niños de cero a seis años con posible factor de riesgo y que necesitan la ayuda de educación especial
Más de 5 000 estudiantes con discapacidad se encuentran cursando estudios en la educación superior en nuestra patria, anunció la máster en Ciencias Moraima Orozco Delgado, directora de la Enseñanza Especial del MINED, en el segundo día de sesiones del Primer Encuentro Internacional de Mujeres con Discapacidad, que concluirá en la tarde de este viernes, en el Palacio de Convenciones.
Dijo que hay, en nuestra población actual de niños de cero a seis años, más de 11 000 que pudieran tener factores de riesgo y necesitan la ayuda de la educación especial.
Este tipo de enseñanza cuenta con 403 escuelas en toda la nación, con una alta prioridad estatal y un gran reconocimiento social. En realidad son centros docentes y micro-universidades donde se forman los maestros de esta rama.
«Los niños cubanos de estos centros reciben uno o dos cursos, desarrollan los elementos necesarios para co-rregir o compensar sus discapacidades o necesidades educativas especiales, y luego se reincorporan a su aula en una escuela primaria, donde están los niños de su propia comunidad», comentó Moraima.
La Doctora en Ciencias Silvia Navarro Quintero, subdirectora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas del MINED, ofreció un bosquejo histórico mundial de la evolución de la atención al ser humano con discapacidades, desde el feudalismo a la fecha.
En el Instituto de Prevención y Reformas Sociales, fundado en La Habana, en 1937, se hizo un primer intento de enseñanza a estos niños, adolescentes y jóvenes, pero solo para que los varones aprendieran un oficio.
Después, en 1948, el Instituto de Cirugía Ortopédica, vinculado a la Escuela Pública No. 121, con tres aulas, enseñó un oficio, el desarrollo de cierto autovalidismo y el tratamiento de trastornos del aparato locomotor solo al sexo masculino.
En 1949 el Hogar-Clínica San Rafael, atendido por la orden hospitalaria Hermanos San Juan de Dios, enseñaba un oficio a «varones inválidos».
La primera aula hospitalaria se abrió en 1960 en el entonces Hospital Reina Mercedes, hoy Comandante Manuel Fajardo y a partir de ahí se extendió a las provincias de Camagüey y Santiago de Cuba, hasta que el 4 de enero de 1962 se aprobó la Resolución No.3 que creó el Departamento de Escuelas Diferenciadas, actual Dirección de Educación Especial.
En la década de 1970, ya no con el nombre de «enfermos», sino como «alumnos», se incrementaron las aulas hospitalarias en Cuba, sustituyendo el aprendizaje de un oficio por el de las materias escolares esenciales. En 1985 la Resolución 13 puso en vigor la modalidad de la educación en el hogar.
Se hizo realidad lo que Martí consideró como: «Cuerpo de maestros misioneros, promotores de una campaña de ternura y ciencia, que llevan alegría, saber y paz hasta el domicilio de quien no pueda ser escolarizado».
Y en el congreso de la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (ACLIFIM), en 1987, se le propuso al Comandante en Jefe Fidel Castro la creación de escuelas para los niños con estas limitaciones. La primera de ellas fue fundada el 31 de diciembre de 1989, con el nombre de Solidaridad con Panamá, convertida hoy en un laboratorio para esta enseñanza en Cuba y en América Latina.