Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El pensamiento educacional de Fidel y Raúl: guía para las nuevas generaciones

Autor:

Margarita Barrios

La política educacional del país tiene fundamentos esenciales en los idearios de ambos líderes. El vicepresidente del Consejo de Ministros, José Ramón Fernández, conversó sobre este tema con los asistentes al VIII Pleno del Comité Nacional de la UJC, realizado recientemente

Como un recuento de prácticamente toda la política educacional del país, y de la vigencia que para esta tienen los presupuestos planteados por Fidel y Raúl a través de la historia de la Revolución, puede catalogarse la intervención especial de José Ramón Fernández, vicepresidente del Consejo de Ministros, durante la jornada final del VIII Pleno del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas.

En el evento, dedicado a la atención de la UJC a las organizaciones estudiantiles, el dirigente comenzó recordando las palabras de Fidel el 17 de noviembre de 2005, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana: «Les hice una pregunta, compañeros estudiantes, que no he olvidado, ni mucho menos, y pretendo que ustedes no la olviden nunca, pero es la pregunta que dejo ahí ante las experiencias históricas que se han conocido, y les pido a todos, sin excepción, que reflexionen: ¿Puede ser o no irreversible un proceso revolucionario?

«¿Cuáles serían las ideas o el grado de conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario? Cuando los que fueron de los primeros, los veteranos, vayan desapareciendo y dando lugar a nuevas generaciones de líderes, ¿qué hacer y cómo hacerlo? Si noso- tros, al fin y al cabo, hemos sido testigos de muchos errores, y ni cuenta nos dimos.

«... Son cosas que uno medita. Estudia la historia, qué pasó aquí, qué pasó allí, qué pasó allá; medita lo que ocurrió hoy y lo que ocurrirá mañana, hacia dónde conducen los procesos de cada país, por dónde marchará el nuestro, cómo marchará, qué papel jugará Cuba en ese proceso.

«Este país puede autodestruirse por sí mismo, esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra».

Luego Fernández citó las palabras del General de Ejército Raúl Castro en el VI Pleno del Comité Central del Partido, el 28 de abril de este año, quien afirmó que la educación es «un campo de significación estratégica para el presente y el futuro de la Revolución».

El 24 de febrero, en la Sesión Constitutiva del Parlamento, refirió, Raúl dijo: «Mientras mayores sean las dificultades, más orden y disciplina se requiere».

Fernández argumentó que se referiría a aspectos en los cuales el trabajo de la UJC es esencial, y recordó que, el 7 de julio de 1981, en Ciudad Libertad, donde se realizaba la graduación de 11 000 maestros del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, Fidel enunció: «En primer término hay que tener presente que en la escuela es el maestro, es el profesor, quien concreta los lineamientos trazados por el Partido en la medida que sepa dar cumplimiento a los planes de estudio, programas, indicaciones metodológicas y documentos normativos.

«El educador debe ser, además, un activista de la política revolucionaria de nuestro Partido, un defensor de nuestra ideología, de nuestra moral, de nuestras convicciones políticas. Debe ser, por tanto, un ejemplo de revolucionario, comenzando por el requisito de ser un buen profesor, un trabajador disciplinado, un profesional con espíritu de superación, un luchador incansable contra todo lo mal hecho y un abanderado de la exigencia.

«El educador no debe sentirse nunca satisfecho con sus conocimientos. Debe ser un autodidacta que perfeccione permanentemente su método de estudio, de indagación, de investigación. Tiene que ser un entusiasta y dedicado trabajador de la cultura. La autopreparación es la base de la cultura del profesor.

«Hay que dedicar mucho tiempo a la lectura, al estudio, e incluso sacrificar horas de descanso si fuere necesario.

«... La inquietud intelectual de un profesor es cualidad inherente a su profesión.

«En la medida en que un educador esté mejor preparado, en la medida que demuestre su saber, su dominio de la materia, la solidez de sus conocimientos, así será respetado por sus alumnos y despertará en ellos el interés por el estudio, por la profundización de los conocimientos. Un maestro que imparta clases buenas siempre promoverá el interés por el estudio en sus alumnos».

«Ese respeto del que habla Fidel, acotó el vicepresidente del Consejo de Ministros, no se otorga al maestro por decreto, se lo gana con el ejemplo, con la prédica, pero sobre todo con el ejemplo».

Y volvió a citar a Fidel cuando dijo: «Hay que educar en todos los lugares en que nos encontremos. Y esa vía de educación permanente tiene que ser el ejemplo. En la escuela, en el lugar de residencia, en las actividades sociales, el maestro tiene que ser un ciudadano ejemplar que todos respeten y admiren».

En este sentido Fernández recordó que en una teleconferencia que ofreció recientemente destacó tres aspectos: el reconocimiento al maestro, naturalmente dado por su trabajo, su conducta, su ejemplo; la necesaria superación permanente del docente y el Consejo de Escuela como vínculo con la familia, con la sociedad, con todo el medio.

Luego citó otros fragmentos de aquel histórico discurso pronunciado por Fidel en 1981: «La forma fundamental de organización del proceso educativo es la clase, ella constituye la actividad principal en que se materializa el cumplimiento de los objetivos de los planes y programas de estudio. La primera responsabilidad de todo maestro es impartir clases de alta calidad».

«Y yo añado aquí ahora —acotó Fernández— con las excepcionales ayudas que representan la computación y el televisor, con clases modelos grabadas o clases propias de cada tema, que son una ayuda, un auxilio de incalculable valor a su trabajo y a la calidad del mismo».

Fernández recordó el discurso de Fidel en el inicio del curso escolar en 1980, cuando al abordar la selección de las especialidades por parte de los estudiantes afirmó: «Todavía sigue muy deficiente —y esta es nuestra desgracia— las solicitudes de estudiar Física, Química y Matemática.

«... Hay que trabajar por despertar el interés por las ciencias, en par-ticular la Matemática, la Física y la Química. Sin lugar a dudas la mejor motivación para el estudio de estas disciplinas será el desarrollo de buenas clases por los profesores, que estimulen los intereses cognoscitivos de los escolares».

Y argumentó el también miembro del Comité Central: «Si el profesor no es un enamorado de su profesión, si no es un enamorado de la asignatura o la materia que está impartiendo, poco podrá hacer con palabras para influir de modo que sus alumnos lo imiten y sigan y estudien su propia profesión o la especialidad a que estamos haciendo referencia».

Entonces, el vicepresidente del Consejo de Ministros se remontó al 11 de julio de 2008, cuando en la sesión ordinaria de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el General de Ejército Raúl Castro expresó: «Hasta maestros hay que traer de las provincias del interior, y sobre todo de Oriente para la capital, y la capital creo es la que más habitantes tiene.

«Hoy nos faltan maestros y profesores. Por diversas causas miles ya no están en las aulas, algunos por jubilarse y otros por asumir nuevas responsabilidades fuera del sector de la Educación pues resultan cuadros idóneos para múltiples tareas y en todas partes los apetecen».

«Esta última apreciación debe llenarnos de orgullo —comentó Fernández—, pero al propio tiempo estamos en la obligación de garantizar que la fuente que los forma sea adecuadamente nutrida con alumnos con disposición, no llevados por decreto, convenciéndolos, persuadiéndolos, explicándoles a ellos y a su familia».

José Ramón Fernández. Foto: Roberto Suárez En otro momento, José Ramón Fernández recordó las palabras de Fidel el 13 de julio de 1979, en la graduación del Destacamento Pedagógico: «Ustedes también lo creen así, que la educación es el arma más poderosa que tiene el hombre para crear una ética, para crear una conciencia, para crear un sentido del deber, un sentido de la organización, de la disciplina, de la responsabilidad».

Al respecto dijo Fernández: «Cómo no vamos a tratar de seleccionar a lo mejor de nuestros jóvenes, de nuestros estudiantes, a lo mejor de nuestro pueblo, para que sea el encargado de formar, de educar, a esa próxima generación...

«Ustedes que trabajan directamente con los niños y jóvenes, conjuntamente con la escuela, son los encargados no solo de conseguir la masa, sino la calidad de esa masa, que sepa, a través de su trabajo, con la calidad del mismo, ser ejemplo y ser verdaderos formadores.

«A eso, queridos compañeros de este VIII Pleno, estamos convocados todos, especialmente la Juventud, que nos ha invitado y nos ha dado la posibilidad de dirigirnos a ustedes, que son actores principales en esa esfera del trabajo de nuestro país.

«El sistema de Educación por sí mismo, sin tener la materia prima para formar los profesores con calidad, no podría hacerlo.

«Queda ahora, organizadamente, trabajar por parte de todos noso- tros, no solo por parte de ustedes, por parte de todos nosotros, en revertir esta situación del completamiento, de la formación y del prestigio del maestro, que está claro él se gana, pero ayudémoslo a ganárselo; y en segundo lugar, la participación sistemática de todas las organizaciones, muy en particular de la familia».

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.