El campesinado asume hoy la experiencia de la entrega directa de leche, extendida a 67 municipios del país, en favor de reducir las importaciones del alimento en polvo y minimizar gastos en combustibles.
En declaraciones a la AIN, Orlando Lugo Fonte, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, aseguró que esa variante también eleva el nivel de satisfacción de los clientes, aspecto evidente desde inicios de 2007, cuando comenzó de modo experimental en seis municipios.
La práctica se ha ido consolidando y en la mayoría de los territorios donde se desarrolla se logra el autoabastecimiento, dijo, y adelantó que otros 28 municipios se incorporarán a la experiencia.
Precisó que existen dificultades y que ha sido necesario invertir en la compra de cántaras y equipos para el acarreo. Además, señaló que se labora en el arreglo de los caminos a fin de entregar mucha más leche.
En las zonas donde no se puede extraer se tomó la decisión de recolectarla como queso rústico, que se vende a la industria donde es reprocesado el lácteo para su posterior comercialización, explicó Fonte.
Otras variantes empleadas para optimizar la recolección son el uso del Stabilac —empleado en la conservación de la leche—, que todavía se produce con limitaciones, y la importación de tanques de enfriamiento, los cuales se ubican en zonas donde se aplica un doble ordeño y la leche se guarda hasta ser recogida por la industria, agregó.