Foto: Roberto Meriño Los medios de prensa cubanos podrían perder credibilidad si ofrecemos informaciones incompletas, si dejamos vacíos ostensibles que luego vayan a ser cubiertos por las fuerzas hostiles a la Revolución o por la turbia especulación callejera. Nos exponemos a ello si hacemos divulgaciones apologéticas de algo que luego la población no palpa con sus manos.
Lo anterior lo alertó Hugo Rius, periodista de la Agencia Informativa Prensa Latina, durante la asamblea del VIII Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba de la estructura ramal de la prensa escrita nacional, realizada este lunes en la Sala Universal de las FAR.
Rius, también ganador del Premio Nacional de Periodismo José Martí, enfatizó que en nuestra prensa no se pueden verter opiniones sin argumentos, ni desatar falsas expectativas o dejar los planteamientos críticos sin desenlace. «Tenemos que tocar el país real que está lleno de sueños y de tensiones».
Durante el debate, que ahondó en las zonas perfectibles de la prensa actual, se habló de la necesidad de desterrar cierta visión empobrecedora e instrumentalista que algunos tienen de esta profesión.
El periodismo cubano afronta cuatro contradicciones básicas, desde la percepción de René Tamayo, de la delegación de base de Juventud Rebelde: la crisis que atraviesa el modelo de construcción, producción y recepción del mensaje, la descapitalización profesional, el sustento económico del periodismo y la diversificación de las formas de comunicación.
Señaló que es importante adoptar nuevas prácticas, porque hoy existen modelos comunicativos asociados al desarrollo de las nuevas tecnologías, que influyen cada vez más sobre los públicos. Reflexionó además en la urgencia de repensar el número de las tiradas, del paginado y la posibilidad del paso a color, para ganar en alcance e impacto.
Las colegas Iramis Alonso, directora de la revista Juventud Técnica, y la profesora de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Habana, Herminia Rodríguez, coincidieron en que es muy necesaria la especialización y la superación constante, para lograr un periodismo más profundo.
Por delimitar adecuadamente las potestades del periodismo y los periodistas, que impidan el intrusismo y las inadecuadas intervenciones en el ejercicio de la profesión se pronunció Francisco Rodríguez, del semanario Trabajadores. En esa línea de análisis otros colegas abordaron la pertinencia de establecer un cuerpo legal, que establezca las regulaciones jurídicas asociadas a nuestra labor y lo valioso que resultaría crear una estructura de carácter administrativo para atender y dar coherencia a las prioridades de aseguramiento material en correspondencia con las posibilidades económicas del país.
José Alejandro Rodríguez, columnista del diario Juventud Rebelde, resaltó la lealtad a la Revolución característica de los trabajadores de la prensa, una condición que debería ser retribuida con respeto y coherencia por las instituciones del país, lo que no siempre se logra. Consideró que los análisis del VIII Congreso de la UPEC deben tocar el corazón mismo de la nación para continuar fortaleciendo nuestra unidad.
Precisamente esa fidelidad había sido resaltada por Tubal Páez, presidente de la UPEC, quien hizo un resumen de lo realizado desde el último congreso de la organización, entre lo que destaca el esfuerzo en la superación profesional, la atención material a las necesidades de los periodistas y los debates de los Festivales de la Prensa Escrita. «Llegamos con una UPEC cohesionada, sin falta de principios, sin deserciones, fiel a sus fundamentos», resaltó.
Rolando Alfonso Borges, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido, detalló en las conclusiones los análisis y decisiones adoptados por esa instancia y las gubernamentales del país para resolver, en la medida de las posibilidades económicas, los problemas materiales de la prensa. Subrayó, además, la voluntad del Partido de hacer cumplir los acuerdos del Buró Político sobre la labor de la prensa.