Ricardo Alarcón de Quesada, actual presidente del Parlamento cubano. Foto: Tomada de la TV Unos minutos antes del mediodía, Ricardo Alarcón de Quesada, actual presidente del parlamento cubano, votó en la circunscripción número 76, perteneciente al colegio 2, del distrito 2, en el municipio Plaza de la Revolución, donde es candidato a diputado a la próxima legislatura de la Asamblea Nacional.
Al salir del colegio, conversó con la prensa nacional y extranjera acreditada, a quienes reveló que había votado por todos los propuestos.
«Acabo de hacer lo que cualquier cubano puede hacer con mucha pasividad por haber nacido en este país. He votado como me dictó mi conciencia.
«Esta mañana vi a Elizabeth Palmeiro, quien es electora de este municipio, al igual que su esposo Ramón Labañino —uno de los cinco prisioneros políticos cubanos en cárceles norteamericanas por luchar contra el terrorismo—. Siempre he dicho que en momentos como este, pensemos en aquellos que no pueden votar, aquellos que están impedidos de hacerlo a pesar de ser cubanos, que son estos cinco compañeros que viven una tremenda soledad.
«Este acto no me llevó ni dos segundos. Y voté como estoy seguro que hubiera votado no solo Ramón, sino cualquiera de esos compañeros: por todos».
Alarcón recordó que en esta elección ha habido un elevado por ciento de renovación de candidatos.
«Más del 60 por ciento —dijo—, casi dos tercios de los candidatos, son personas que no han ejercido esa responsabilidad anteriormente. Así ha sido desde el principio, ha habido un importante renuevo, y en ello ha consistido la continuidad de la Revolución».
El dirigente expresó que la Asamblea Nacional estudiará las opiniones, propuestas y críticas vertidas por la población en los debates efectuados en meses pasados.
«Hay algunos temas que no son de la Asamblea como tal. Nosotros hemos discutido todo lo que se refiere al funcionamiento nuestro. Dentro de cinco días, la asamblea municipal de Plaza tendrá una sesión especial para discutir entre nosotros: diputados, delegados y dirigentes del territorio, lo que nos concierne, para ver qué debemos hacer para responder a ese gran debate».
Por último, Alarcón se refirió al anuncio realizado esta semana por el gobierno norteamericano, de prorrogar por seis meses más, disposiciones de la ley Helms Burton.
«Esa ley, que fue redactada en 1996, posee esa cláusula que cada seis meses obliga al presidente a suspender la posibilidad de iniciar juicios desde ahora, por parte de los llamados reclamantes (los que dicen que eran los dueños de este país).
«Si permitiera eso crearía un caos en los tribunales norteamericanos. Por eso la ley desde el primer día previó que no podría aplicar una parte sustancial de sus cláusulas, porque sencillamente resulta imposible.
«Pero es un recordatorio, es decirnos que eso está allí en la ley. Que ella establece que los antiguos propietarios, norteamericanos y algunos nacidos aquí en Cuba, reclaman este país completo. Pero como no tiene sentido comenzar a aplicar eso desde ahora, lo suspenden de seis meses en seis meses, esperando un día que nunca va a llegar: el día en que ellos vuelvan a dominar este país.
«Hay que verlo así, porque eso es lo que dice ese párrafo de esa ley. Dentro de seis meses, veremos que Bush firmará el mismo papelito, y seis meses después, lo hará quienquiera que salga entre los que ahora aspiran a la presidencia».