La Juventud Comunista salió fortalecida de los últimos diez años vividos por el país. Pero la organización no se envanece
La UJC cuenta con 13 074 organizaciones de base más que en 1997, y alrededor de 600 000 militantes, 97 596 más que en esa fecha, algo que demuestra la fortaleza alcanzada por la organización en estos años, y su potencia para liderar al resto de los jóvenes cubanos, resaltó en diálogo con la prensa al término del VI Pleno del Comité Nacional de la organización, su primer secretario Julio Martínez.
El dirigente subrayó que 201 960 militantes de la UJC pasaron en esos dos lustros a militar en las filas del Partido Comunista de Cuba y más de 771 cuadros profesionales de la organización fueron promovidos al trabajo profesional partidista.
Aun con estos logros, el VI Pleno convocó a los dirigentes juveniles a continuar perfeccionando el funcionamiento de la organización y servir mejor a la Revolución, que arribará a su aniversario 49 próximamente.
El Primer Secretario calificó de crítica y combativa la reunión, «donde más que los resultados nos interesó saber qué nos falta por hacer para llegar a cada joven cubano».
Julio Martínez dijo que es empeño de la UJC que los jóvenes participen activamente en la defensa de la Revolución, lo que no solo se hace empuñando el fusil, sino también con jóvenes preparados, con argumentos sólidos.
«Hemos ratificado que la juventud seguirá estimulando la cultura, pero también el trabajo. Ese es el espíritu que reina hoy en vísperas del nuevo aniversario del triunfo de la Revolución.
«Este año estuvo marcado por el V Pleno del Comité Nacional de la UJC, presidido por el compañero Raúl, y prácticamente por todos los miembros del Secretariado del Comité Central del Partido.
«En esa ocasión se hizo una evaluación de la política de cuadros de nuestra organización como garantía de la continuidad histórica de la obra revolucionaria, y se abordó la responsabilidad de la juventud con la defensa de la Patria».
Martínez Ramírez recordó que este año celebramos el aniversario 45 de la UJC y el 46 de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), y se desarrollaron múltiples actividades en torno a esas efemérides.
«Repasamos la proclama de Fidel y el papel que nos toca para impulsar la Revolución. El espíritu que dejaron las reflexiones del 45 aniversario marcaron el reto para fortalecer el quehacer político-ideológico».
El verano de este año fue diferente, según Julio Martínez, pues se articularon importantes acciones para la recreación sana y útil, con un peso importante en la lectura como fuente de esparcimiento y conocimientos.
«El trabajo nuestro tiene que ver con la calidad, la ejemplaridad. Por eso el VI Pleno se pronunció por elevar la calidad y el rigor de los nuevos ingresos a la organización, pero también por hacer un llamado a nuestros militantes a enfrentar cualquier manifestación de delito, corrupción e indisciplina social».
Martínez insistió en que la juventud debe ser ejemplo en el aprovechamiento de la jornada laboral y abanderada del ahorro de energía y demás recursos.
«Hemos reflexionado para perfeccionar nuestra labor y que el país siga contando con una organización de vanguardia, que no solo represente a los militantes sino a toda la juventud.
«Para eso hace falta vincularse a la base, compartir con nuestros estudiantes, escuchar sus preocupaciones, saber cómo piensan. Y llevar eso a la vida cotidiana de la organización».
Explicó que el curso comenzó con el proceso previo al XI Congreso de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media, y que se evalúan los acuerdos emanados de los últimos congresos de la OPJM y la Federación Estudiantil Universitaria.
«Estamos perfeccionando nuestros métodos y estilo de trabajo al calor de las reflexiones que hizo Fidel el 17 de noviembre de 2005, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, y atentos al combate al que fuimos convocados por Raúl este 26 de julio en Camagüey».
Educar en ser útilCada desempleado es una herida para la Revolución. Representa un retroceso en la concepción del hombre nuevo, que presupone la participación de este en los procesos de la sociedad.
Así el delegado villaclareño Yoerky Sánchez Cuello valoró durante el VI Pleno del Comité Nacional uno de los puntos de la agenda que más suscitó reflexiones: la problemática de la desvinculación laboral y estudiantil en los jóvenes, entre ellos militantes de la organización, pese a las diversas posibilidades abiertas en este campo por la Revolución en estos años.
«Nos corresponde explicar las consecuencias del desempleo, sus implicaciones en la ideología. Si no estimulamos el amor a ser útiles correremos muchos riesgos, entre ellos el de la enajenación que no se aviene con nuestros paradigmas», sentenció.
Reconocer el fenómeno y sus causas reales es vital para insertar a esas personas socialmente, apuntó Maday Iglesias, integrante del Buró Nacional que atiende la esfera de Jóvenes Trabajadores y Combatientes, quien hizo un recuento de lo realizado por la UJC y las instituciones del país implicadas en el tema.
Aseguró que se visitaron los Consejos Populares y juntamente con los factores comunitarios se identificó el potencial de jóvenes sin vínculo laboral ni estudiantil.
«Implicamos a la familia en ese proceso que tiene como reto convertirse en sistemático. Nos hemos tropezado con muchos problemas para solucionar esta situación, entre ellos que algunas entidades no reciben a jóvenes graduados y en los comité de base de esos lugares no se denuncia el problema».
Maday añadió que para discutir con los organismos implicados entre ellos Educación y el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, se precisa de una preparación de la militancia que permita analizar con objetividad los casos y proponer soluciones.
Enrique Gómez Cabezas, responsable del Programa de Trabajadores Sociales, reconoció que para cumplir con su labor ante este desafío tienen que dimensionar el trabajo social, porque a veces se quedan en el diagnóstico, y no se trazan estrategias puntuales para motivar a esas personas que con indiferencia responden a las numerosas propuestas de estudio o trabajo.
Gómez Cabezas resaltó que no obstante es sustancial la diferencia entre la situación existente en este campo y la que tenía el país hace unos años al iniciarse estos análisis, cuando el número de jóvenes desvinculados del estudio o el trabajo, la deserción escolar, entre otros factores que influyen en el fenómeno eran preocupantes, y en muchos casos no existía siquiera idea de la magnitud y complejidad del problema, algo que se fue despejando en estos años.
Planteó la necesidad de capacitar a los trabajadores sociales que atienden ese programa, y enfatizó en la concepción de un modelo de superación que oriente y prepare integralmente a los jóvenes para incorporarse al empleo.
Una delegada granmense reconoció que en Manzanillo se redujo la tasa de desvinculados que fue en años anteriores del 17 por ciento. Sin embargo, aseguró que por insuficiencias en la labor intersectorial prevalecen dificultades en los Cursos de Superación para Jóvenes, en los cuales se ha elevado la matrícula en vez de decrecer, como se concibió al crearse el programa.
«El problema del desempleo debe ser atendido por todos; por eso el accionar de otros factores debe acompañarnos. Todavía tenemos deficiencias con la radicación de plazas en los centros de trabajo. También prevalecen las altas matrículas en los tecnológicos sin una posterior garantía de ubicación laboral. Todo eso conspira contra cualquier esfuerzo que hagamos para reducir el desempleo», manifestó.
«Los Comité de Defensa de Revolución, Educación y el Ministerio de Trabajo deben seguir con nosotros en esta batalla, que por difícil que parezca no es imposible ganar».
La valía del cuadroLos cuadros de la UJC no pueden ser improvisados. Deben ser competentes para el debate, y conducir al universo juvenil en el cumplimiento de los compromisos de la organización.
Planteamientos como ese se reiteraron en el VI Pleno del Comité Nacional de la UJC, y se enfatizó que al referirse al fortalecimiento de la UJC hay que mencionar la preparación de sus dirigentes a todos los niveles y su vínculo con la base.
El papel de las escuelas municipales del Partido y demás instituciones que promueven conocimiento y preparación política-ideológica fue analizado, y se consideró una opción eficaz para la formación de los dirigentes juveniles.
Sin embargo, la superación de estos no depende únicamente de las escuelas, como advirtió el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Abelardo Álvarez, quien calificó a la autopreparación como un deber moral de cada líder juvenil y cada militante.
Al referirse a la aceptación de responsabilidades, el dirigente partidista recordó las reflexiones del Comandante en Jefe en homenaje a Maceo y su ayudante Panchito Gómez Toro, cuando en su idea final aludió a la incondicionalidad para cumplir con el deber.