El 58 por ciento del agua que se bombea en el país desde los acueductos no llega a sus destinatarios. Esa realidad se agrava en las grandes ciudades, en las que alcanza hasta un 70 por ciento. Esta situación, sumada a otras objetivas y subjetivas, hacen deficiente el abasto del preciado líquido para muchos cubanos.
En la Mesa Redonda de este viernes, dedicada a la situación actual y perspectivas de la red hidráulica y los acueductos del país, el ingeniero René Mesa Villafaña, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), explicó que un 19 por ciento escapa por mal estado de las conductoras; entre el 22 y el 24 por ciento ocurre en las redes, y entre un 21 y un 23 por ciento se pierde dentro de los domicilios.
El país está invirtiendo en grandes obras para rehabilitar sus redes y construir otras. Foto: Cortesía del INRH «El país está invirtiendo en grandes obras, para la rehabilitación y construcción de acueductos y redes. Pero también hay que trabajar en función de resolver los problemas más puntuales, por ejemplo dentro de las viviendas.
El ingeniero destacó entre los problemas principales a superar la necesidad de elevar la calidad del trabajo. «Cada año se solucionan más de 225 000 salideros. Sin embargo, algunas veces hay problemas reales que obligan a repetir una y otra vez la reparación. Hay problemas reales, pero hay otros subjetivos. En ocasiones una rotura se arregla hasta ocho veces», precisó.
«La atención a la población tiene que ser mejor. No puede quedar una preocupación sin respuesta, aunque no tengamos una solución inmediata por falta de recursos. Hay que explicar, y darle seguimiento a la situación.
«Además de los grandes programas que estamos acometiendo, que son muy costosos, hay soluciones que pueden ofrecerse con pocos recursos, y brindar satisfacción a la población», enfatizó.
Darle el frenteEl ingeniero Jesús Hernández, vicepresidente del INRH, hizo un recuento de las grandes inversiones que se realizan en el país para rehabilitar y ampliar la red de entrega de agua al sector privado e industrial.
En este sentido puntualizó que hasta octubre de este año se han realizado inversiones por 171,6 millones de pesos, lo cual supera en 16,9 la inversión del año anterior, que fue de 154 millones de pesos; así como triplica la ejecutada en el 2002, de 77 millones de pesos.
Puntualizó que se realizan obras en las 14 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud; y que para dar cumplimiento a estos importantes programas se han realizado otras obras para la logística de las inversiones, como son las fábricas de tuberías de polietileno, materiales que antes se compraban en el exterior.
«Es necesario aprovechar mejor los recursos en las inversiones, porque son obras muy costosas. Este gran esfuerzo mejorará sustancialmente la situación, pero todavía no es suficiente, no llegamos a cubrir las necesidades de la población, queda mucho por hacer».
Entre las ejecuciones de grandes magnitudes señaló la rehabilitación del acueducto de Santiago de Cuba y las redes hidráulicas de las capitales de Las Tunas, Camagüey y Holguín.
«Estas mejoras comenzarán a tener su impacto en la población en el segundo semestre del 2008», significó.
Además citó las obras realizadas para garantizar el abasto de agua en las localidades santiagueras de El Cobre, El Cristo, Mar Verde y Siboney; mientras en Ciudad de La Habana se han reparado 60,5 kilómetros de redes.
También se realizan obras de gran envergadura en Villa Clara, Granma, Cienfuegos y Matanzas —puntualizó—; trabajos que se ampliarán a otras ciudades del país.
Igualmente el funcionario significó que se rehabilitan las presas, sobre todo aquellas que resultaron dañadas por las grandes lluvias ocurridas por la tormenta tropical Noel, en el oriente del país.
«Se han terminado 20, y 15 están en ejecución. En el 2008 se acometerán trabajos en 19 más, hasta llegar a 59 presas a las que hay que devolverles su capacidad».
De manera especial destacó los trabajos en la conductora de agua del sur de la ciudad de Guantánamo —afectada en el abasto del preciado líquido—, así como resaltó la terminación de los acueductos de Manzanillo y Las Coloradas, en la provincia de Granma; mientras apuntó que el acueducto de Cruces, en Cienfuegos, está en etapa de puesta en marcha.
El agua que llegaEl ingeniero Joel Adán Quintana Rojas, director nacional de Acueductos y Alcantarillados, reconoció que el abasto de agua tiene insuficiencias que impiden la satisfacción de la población, aunque la cobertura de entrega de agua y alcantarillado del país es una de las más altas de América Latina.
La intermitencia del trabajo por equipos de bombeo de baja eficiencia, redes deterioradas con hasta cien años de explotación, así como las fugas dentro de las propias viviendas, fueron citadas por el funcionario como algunas de las deficiencias que provocan más graves consecuencias.
«Hay quejas y malestar en la población. En estos momentos tenemos más de 17 000 salideros pendientes en todo el país, aunque se suprimen más de 225 000 al año. A veces faltan los recursos, pero otras veces el trabajo se hace mal, sin calidad».
Quintana señaló que 162 000 personas se abastecen de agua por carros-cisterna. «Esto provoca malestar en el pueblo, pues el parque de vehículos tiene más de 15 años de explotación, lo cual ocasiona también demoras».
Además, precisó que la desinfección del agua ha presentado cierta inestabilidad por falta de recursos y roturas constantes de los equipos.
Para la solución de estos problemas —dijo— el país ha puesto en práctica tres programas fundamentales: la compra de más de 4 000 equipos para el tratamiento del agua; la sustitución de equipos de bombeo por otros más modernos y eficientes; y la colocación de grupos electrógenos de emergencia para garantizar los servicios ante situaciones excepcionales.
Sin sorpresasSe continuará construyendo presas y acueductos que garanticen el suministro de agua, de manera segura, en cantidad y calidad, tanto a la ciudadanía como a la economía. Foto: Franklin Reyes El ingeniero Juan José González Escudero, viceministro primero del INRH, significó la voluntad hidráulica del país, mediante la construcción de presas y acueductos que garantizan el suministro de agua, de manera segura, en cantidad y calidad, tanto a la ciudadanía como a la economía.
Estas labores sirven adicionalmente para la protección del medio ambiente y contra inundaciones y desastres naturales».
Por su parte la ingeniera Aymée Aguirre, vicepresidenta del INRH, afirmó que la infraestructura del país para el embalse de agua tiene un estado técnico bueno, que ofrece todas las garantías de estabilidad y operatividad de las obras.
«También el Instituto cuenta con un sistema de alerta temprano, integrado al Sistema de Defensa Civil. Una red de monitoreo que tributa 2 000 equipos en todo el país.
«A través de ella se realizan partes diarios de lluvia, estado de los embalses, se editan boletines mensuales sobre la sequía. Toda esta información conforma una base de datos que nos permite prever cualquier situación de emergencia.
«En circunstancias extremas, según el parte de la Defensa Civil, se envían informaciones a los Consejos de Defensa de cada territorio, para la protección de la población y de los objetivos económicos».
Para el caso de la sequía —episodio cíclico por las características climáticas del país— la ingeniera precisó que se desarrolla una estrategia que integra a todos los organismos en calidad de usuarios del agua, creadores de capacidad constructiva o científico-técnica, para el uso eficiente del líquido.
«Se ha trabajado no solo en la ejecución de obras concretas, sino en aspectos organizativos. Según estadísticas, el 60 por ciento del agua va a la agricultura y allí se han implementado acciones para el ahorro, así como en el turismo, donde se han hecho inversiones, con herrajes y muebles sanitarios ahorrativos, e incluso el re-uso de agua para riego de áreas verdes.
«También se han realizado trabajos de este tipo en sectores económicos como el lácteo y el cárnico, con la utilización de tecnologías más limpias y el re-uso del agua.
«Todo esto va acompañado de una mayor educación ambiental, que promueve una conciencia en todos los sectores, especialmente con los niños para que incidan en el resto de la familia».
Las dificultades analizadas en el espacio informativo de la televisión no soslayaron el hecho de que pese a ellas los cubanos tienen una de las más altas coberturas de agua potable de América Latina, con el acceso de un 95 por ciento de la población a este preciado líquido.
Igualmente 10,6 millones de habitantes tienen acceso al saneamiento. Más del 38 por ciento de los usuarios están conectados al alcantarillado, y el 56,3 a fosas o letrinas.
Aunque aún insuficiente, esta cobertura está también entre las más altas de la región.