Giustino di Celmo tiene que estar muy triste en este día, y profundamente indignado, por dos causas esenciales muy concretas y claras: este día 1ro. de junio, pero en 1965, nació en Génova, Italia, su hijo más pequeño, Fabio di Celmo. Hoy cumpliría 42 años si no hubiera sido asesinado por una bomba colocada por órdenes del criminal y torturador Luis Posada Carriles, el cual anda suelto en Estados Unidos, gracias a las «bondades» del gobierno que encabeza George W. Bush.
Tres hijos tuvo Giustino con su esposa Ora Bassi. Los dos primeros fueron Tiziana y Livio, que nacieron en Buenos Aires, Argentina, en 1956 y 1958, respectivamente.
Giustino y Ora, que residieron durante casi diez años en tierra argentina, quisieron tener aunque solo fuera un hijo taliano, y marcharon hacia Génova, Italia, donde vino al mundo Fabio. (Tuvieron que irse también porque Di Celmo estaba siendo vigilado por «izquierdista»).
Con el tiempo, el joven futbolista, de 32 años, que quiso conocer a Cuba, cayó abatido por un trozo de metal del cenicero donde un terrorista pagado por la CIA y enviado por Luis Posada Carriles, colocó la bomba el 4 de septiembre de 1997. Dentro de unos tres meses se cumplirá una década de ese asesinato.