Los excomulgados del reino de los «normales» por la Naturaleza y la genética, esos Síndrome Down y retardados que viven en instituciones de bondad y entrega bajo el cariño y la protección, han sido a la larga los beneficiarios fundamentales del Premio Nacional de Seguridad Social 2007.
El lauro fue entregado, en ceremonia solemne en el Memorial José Martí, al Centro Médico Psicopedagógico La Castellana, institución descollante en la atención personalizada a niños y adolescentes con retraso mental severo y Síndrome Down, y a la Escuela Especial Solidaridad con Panamá; ambas de la capital y con relevantes resultados educativos.
En la ceremonia, José Ramón Balaguer, miembro del Buró Político y ministro de Salud Pública, y Alfredo Morales Cartaya, ministro de Trabajo y Seguridad Social, entregaron los lauros a las representaciones de ambos centros.
Marta Elena Feitó Cabrera, directora general del Instituto Nacional de Seguridad Social, habló en nombre de tantos trabajadores de esa esfera de la bondad y la virtud, y resaltó que la seguridad social cubana está abocada a dos transformaciones medulares: la creación del gestor integral de seguridad social como emblema de la atención personalizada y eficaz en terreno tan sensible, y el movimiento por la excelencia en esos servicios.
Marcos Madrigal, multilaureado pianista cubano, interpretó la sensibilidad de los curadores de tanta vulnerable naturaleza humana, al interpretar sentidas tonadas, para los siempre sensibles orfebres de la seguridad social cubana, la más amplia y democrática de este mundo.