MATANZAS.— Unas mil hectáreas, en su mayoría de maniguas y hierbazales, han sido reducidas a cenizas en un incendio forestal que comenzó hace 12 días y que, con el uso de medios técnicos terrestres y el batallar de decenas de trabajadores, se lucha por sofocarlo en la zona conocida como La Cola, ubicada en el occidente de esta región.
Daniel Moreira, primer secretario del Partido en ese municipio matancero, explicó que el siniestro se inició en tres puntos diferentes: Santo Tomás, San Lázaro y La Cola; y aunque su área se redujo, dejó daños en unas 400 hectáreas de bosques jóvenes plantados de cedros y soplillos, donde se trabaja con carros bomba, tractores de esteras y otros medios de extinción.
A partir de un análisis en el propio lugar en el que participó Pedro Betancourt, primer secretario del Partido en Matanzas, se trasladaron hacia allí nuevos medios para enfrentar el fuego, que afecta un área donde en el 2002 ocurrió otro suceso similar de grandes proporciones.
Ubicado a unos nueve kilómetros del poblado de Buenaventura, el incendio forestal mantiene características atípicas, al no desarrollarse en una dirección lineal, como consecuencia de los fuertes vientos que por estos días soplan en esa región, donde el suelo está seco y cubierto de capa vegetal, lo que atiza las llamas.
Las fuerzas que sofocan el incendio forestal de La Cola tratan de evitar que se propague hacia otras regiones del macizo boscoso, donde habitan numerosas especies de plantas y animales.
Próximo a esa área se encuentra Santo Tomás, sitio de alto valor ecológico, donde habitan cinco especies de animales endémicos de esa zona: el cabrerito de la Ciénaga, la ferminia, la gallinuela, el lagarto de Santo Tomás y el cocodrilo cubano.
Moreira considera que atendiendo a la situación del incendio y los medios disponibles para su extinción, es posible que se pueda sofocar en las próximas 48 horas, tiempo que puede reducirse de llover allí, lo que no ocurre desde hace semanas.
El teniente coronel Azel Castro Rojas, jefe del Cuerpo de Guardabosques de la provincia de Matanzas, explicó que aunque se ha controlado la mayor parte del fuego, aún persiste en una zona de difícil acceso: «Para facilitar la llegada de los carros cisterna hubo que abrir dos trochas hacia la zona con equipos de esteras, donde fuerzas combinadas del cuerpo de guardabosques y de la Empresa Municipal Agropecuaria laboran en la extinción», dijo.
Castro Rojas precisó que las condiciones meteorológicas no han contribuido con los bomberos y que es imposible hacer cálculos preliminares sobre las afectaciones al medio ambiente.