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Siete puntos cardinales de un debate

La esencia de lo que preocupa y ocupa a los universitarios cubanos estuvo en la reflexión de las siete comisiones del Congreso, que sesionaron este martes en varias sedes de la capital

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Debates y reflexiones caracterizaron la jornada de ayer del VII Congreso de la FEU, donde los jóvenes universitarios, repartidos en siete comisiones en diferentes sedes, analizaron desde cómo ser mejores profesionales, defender la Revolución, el internacionalismo y su papel en la sociedad cubana de hoy, hasta el funcionamiento interno de su organización y la utilización del tiempo libre.

Frescos y profundos, como la propia Universidad, muchachas y muchachos de todo el país que participaron en la comisión número uno «Los universitarios por la defensa de la Patria», recalcaron que para preservar la invulnerabilidad política de la Revolución es necesario tanto el trabajo ideológico con las jóvenes generaciones, como la preparación militar para la defensa.

En las múltiples intervenciones de los delegados en esta comisión, que sesionó en la novísima Universidad de San Gerónimo de La Habana, se dejó bien claro que el sistema de preparación para la defensa debe adaptarse a la labor que se haga en la base.

«Para la labor ideológica contamos con el Partido, con la UJC, con los dirigentes de la FEU y la Asociación de Combatientes. Es cuestión de que trabajemos todos, porque hasta el CDR puede contribuir, ya que un joven revolucionario debe manifestarse allí, en el lugar donde vive», puntualizó Natzary Pita León, de La Habana.

Julio Martínez, primer secretario de la UJC, aseguró que la mejor manera de defender la Revolución es con la preparación política e ideológica permanente, y que «el Congreso ha sido expresión del compromiso de la juventud cubana con la Revolución, pues los estudiantes han planteado sus inquietudes, bajo el prisma de que todo lo que hagamos es para perfeccionar la obra».

Al hacer referencia al discurso de Fidel el 17 de noviembre del 2005, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el cual fue tomado como eje central para la cita estudiantil, el dirigente afirmó que la Revolución se defiende todos los días, no basta conque se haga en un encuentro donde con fervor se digan frases patrióticas.

«Este Congreso ha validado el compromiso de la juventud cubana, y también nos ha demostrado cuánto nos queda por hacer, en la preparación de los dirigentes estudiantiles y en el trabajo en la brigada».

El delegado por Villa Clara Yonny Rivero propuso que la historia de la FEU se enseñe como asignatura en el primer año de todas las carreras, pues de esa manera se puede incentivar a los estudiantes para que se sientan más vinculados a la organización.

Además planteó la iniciativa de crear un capítulo jurídico-estudiantil en defensa de la Humanidad, el cual estaría dirigido fundamentalmente a la lucha por la libertad de nuestros Cinco Héroes prisioneros del imperio.

UNIVERSIDAD UNIVERSALIZADA

La universalización de la enseñanza universitaria, uno de los temas más actuales de este tipo de educación en el país, también suscitó intervenciones de los delegados, quienes señalaron la importancia de que los estudiantes de las sedes municipales se conviertan en líderes de los territorios.

Al respecto los jóvenes apuntaron que hoy ya no solo se reconocen al maestro emergente y al profesor general integral, sino al estudiante universitario de Cultura Física, que tiene una alta responsabilidad con la preparación física de sus alumnos, y también a los estudiantes del nuevo proyecto de policlínicos docentes, quienes mediante los intercambios con la comunidad, pueden formarse y adquirir conocimientos, a la vez que colaboran con el servicio.

Hailor Parra, presidente de la FEU de la provincia de Ciego de Ávila, señaló que esa organización debe mantener una estrecha relación con los factores del territorio, en aras de ganar un verdadero protagonismo. «Solucionar muchas de las inquietudes de nuestros estudiantes depende de esta integración. Eso es lo único que puede apoyar las actividades que hacemos en el territorio», dijo.

Al respecto, Juan Vela Valdés, ministro de Educación Superior, expresó que a medida que este proyecto se consolide, los estudiantes universitarios tendrán que ganar cada vez más espacio en los municipios. «El municipio tiene que acabar de aceptar que tiene una universidad, expresó. Eso es un desafío, pues las diferentes instituciones deben interiorizar que los estudiantes que asisten a las más de 3 000 sedes en todo el país, necesitan allí hacer sus prácticas docentes y el resto de las actividades que normalmente se realizan en las sedes tradicionales.

«Hay que vincular la preparación docente al barrio, y el quehacer científico a la comunidad donde residen y donde trabajarán una vez graduados», subrayó.

Sobre el funcionamiento de la FEU en las sedes universitarias municipales, los jóvenes se pronunciaron porque los métodos y estilos de trabajo de su organización sean diferentes a los de las sedes tradicionales.

FEU Y SOCIEDAD

El papel de los universitarios en la sociedad, savia y esencia de su propio ser, fue la principal temática abordada en otra de las comisiones, realizada en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (CUJAE).

El impacto de la FEU en la Revolución Energética, y los retos y desafíos de las Brigadas Universitarias de Trabajo Social (BUTS), fueron algunas de las experiencias debatidas, como muestra de las misiones universitarias más allá de las aulas, donde tienen un papel muy activo pero no exclusivo los trabajadores sociales.

Carlos Rodríguez, presidente del Movimiento Juvenil Martiano, destacó la importancia de analizar las tareas de la Universidad desde su relación con la familia, en su entorno, en el pueblo, pues en la formación integral de un joven revolucionario se interrelacionan factores históricos y sociales.

Ibrahim Amed, de la provincia de Granma, planteó la necesidad de que las misiones se relacionen con la especialidad de cada estudiante, de forma que su contribución tenga más calidad y el aporte sea mayor.

Carlos Lage Codorniú, presidente de la FEU, reiteró que cada universitario tenga a partir de ahora una responsabilidad o tarea social acorde con las necesidades del momento histórico.

MI TIEMPO LIBRE

«La Universidad en sí misma es una entidad cultural muy importante, por eso hay que lograr que cada artista aficionado se sienta estimulado en lo que hace y al mismo tiempo contribuir a la retroalimentación con la cultura de la comunidad, realizando presentaciones de manera integrada».

Así lo hizo saber Abel Prieto, ministro de Cultura, quien participó activamente en los debates de la comisión seis del VII Congreso de la FEU, que se desarrolló en el Instituto Superior de Arte bajo el tema «Sano, culto y útil empleo del tiempo libre».

Sobre el polémico tema de las opciones recreativas de los jóvenes cubanos y las fortalezas del movimiento de artistas aficionados y del deporte, Lage Codorniú señaló que «tenemos que buscar opciones para todos los días. Se puede hacer una gran fiesta cada cierto tiempo, pero eso no quiere decir que va a ir todo el mundo, porque la recreación no es una camisa de fuerza, cada cual se divierte de distintas maneras».

Sobre este aspecto, Agnerys Pérez, de Sancti Spíritus, llamó a rescatar los espacios culturales de las universidades —por ejemplo el Carnaval estudiantil— como punto para lograr protagonismo en la vida cultural y recreativa de los centros docentes.

La delegada directa del Conjunto Artístico Maraguán, de la Universidad de Camagüey, Liset Fuentes, señaló que esta iniciativa, surgida hace 25 años como parte del movimiento de artistas aficionados, se ha convertido en un grupo de renombre internacional que defiende la identidad nacional mediante danzas afrocubanas y la interpretación de música campesina.

Los delegados de la comisión aprobaron dos proyectos de trabajo, el primero concerniente a los movimientos tradicionales de la FEU —festival de artistas aficionados y juegos deportivos universitarios— que contienen nuevas regulaciones para el desarrollo de estas actividades masivas de la organización.

El segundo proyecto, sobre el mejoramiento de la vida cultural universitaria, aúna voluntades de instituciones como el Ministerio de Cultura y Educación Superior con la FEU en 23 acciones concretas, entre las que se destacan la creación de espacios en los que coincidan en la escena profesionales y artistas aficionados de mayor calidad, así como promover en los estudiantes y profesores universitarios la práctica sistemática de los bailes populares cubanos.

FUNCIONO, LUEGO EXISTO

El análisis del proceso del VII Congreso de la FEU, el papel de los dirigentes estudiantiles, y el proyecto de estatutos y reglamentos, fueron los tres temas que analizaron los delegados en los debates de la comisión cuatro, que versó sobre el funcionamiento interno de la organización.

Yulian García, miembro del Secretariado Nacional de la FEU, explicó las razones que distinguían este Congreso, como el hecho de que tuvo su momento más importante en la brigada y los municipios.

Argumentó que esa ha sido una oportunidad inestimable para conocer cómo es la FEU de hoy, cuáles son nuestros principales problemas, y cómo el desarrollo del proceso ha revolucionado el propio funcionamiento de la organización.

En la comisión se debatió la necesidad de capacitar a los presidentes de primer año de las brigadas, apoyarlos en el trabajo que realizan y prepararlos, así como hacer lo mismo con los demás dirigentes de las diferentes estructuras de la FEU, sin descuidar por ello la autopreparación de cada cual.

Yusimy Rufín, de Matanzas, señaló que no se deben dar recetas a los presidentes de brigada para debatir en las reuniones, sino que hay que tratar en las mismas sus realidades. «No podemos seguir perdiéndonos en reuniones innecesarias. La rutina no puede enquistar el funcionamiento. Hay que realizar una campaña contra el formalismo y a favor de la creatividad», expresó Maykel Aleda, miembro la delegación de la capital.

En el debate se analizó también la necesidad de cambios en los actuales reglamentos y estatutos de la FEU, al transformarse el contexto histórico, así como la delimitación de los nuevos órganos dentro de la estructura.

EN DEFENSA DEL HOMBRE

«El internacionalismo y la solidaridad son el máximo aporte de Fidel y la Revolución cubana al Tercer Mundo», subrayó el estudiante de Contabilidad de Ciego de Ávila, Ousmany Soumah, de Guinea, al sintetizar el sentir de muchos asistentes a la Comisión siete del Congreso, que abordó el tema «Jóvenes en defensa de la humanidad».

La FEU como presidenta de la OCLAE, la atención a la formación de los profesionales universitarios y la FEU en el plano internacional, fueron algunos de los temas analizados en la sesión, donde se puso de manifiesto el rol desempeñado por la OCLAE en sus 41 años.

En las reflexiones, donde estuvieron los más jóvenes familiares de los Cinco: Irmita, hija de René; Aylí, hija de Ramón; y Yadira, Laura y Mary Carmen, sobrinas de Gerardo, Fernando y Tony, respectivamente, el abogado Roberto González habló de la necesidad de que se presione cada vez más internacionalmente a Estados Unidos para lograr la liberación de estos héroes.

Ernesto Fernández Sánchez, miembro del Buró Nacional de la UJC, resumió el sentir del debate cuando proclamó que «la principal forma de defender a la humanidad es ampliar la trinchera de ideas de Martí en el accionar de los jóvenes de todo el planeta».

El director de colaboración del MINREX, Rolando Gómez, anunció que desde 1961 a la fecha se han graduado en Cuba 47 637 jóvenes de 130 países, de ellos 30 309 de África Subsahariana y 10 612 de América Latina.

ESTUDIAR, ESTUDIAR Y ESTUDIAR

«Estudiar y prepararnos para ser mejores profesionales es la forma ideal de defender la Revolución» fue el criterio unánime de los asistentes a la comisión que debatió cómo formar un profesional más competente y de elevada cultura universal, que no pudo escoger mejor escenario que la Universidad de las Ciencias Informáticas.

Desde el necesario papel activo de los alumnos-ayudantes, que hoy asumen la docencia en muchas sedes universitarias, hasta los déficit en su preparación, pasando por las barreras que dificultan la investigación, los jóvenes describieron con pasión, pero con profundidad, cada una de las aristas que deben conformar al profesional del mañana.

«La FEU debe participar en la selección de los alumnos-ayudantes. Ese fue un movimiento surgido en la década de los 80 con el nombre de Frank País, que hoy hemos dejado en las manos de los profesores», recordó uno de los delegados, reflexión seguida por otras intervenciones que llamaron a pensar en el alumno-ayudante como el profesor universitario del mañana.

Temas como la efectividad de la práctica laboral, la falta de publicaciones científicas que recojan investigaciones de estudiantes, o el desconocimiento de los reglamentos, que conlleva que muchos desconozcan que un profesor puede darles un cinco aun cuando lo haya llevado a mundial o extraordinario, o que el rector de su centro puede permitirle adelantar asignaturas, fueron reflexiones surgidas al calor de las discusiones.

Al respecto, Pedro Horuitiner, director de Formación universitaria del MES, aclaró que hoy se prepara un nuevo reglamento para las universidades del país, que unifique a gran escala el de todas, aunque después se hagan adecuaciones específicas, y explicó también que este año solo el diez por ciento de los alumnos que aspiran a la Universidad harán exámenes de ingreso.

«Si hablamos de una universidad universalizada, las pruebas de ingreso no deben ser para entrar, sino para aquellas carreras donde la demanda social es mayor a la oferta —reflexionó—. Además, un examen de ingreso no resuelve la calidad y la permanencia del universitario, como tampoco echarles la culpa de sus deficiencias a los niveles anteriores. La Universidad debe sentir que cada fracaso de un estudiante es también un fracaso en la misión educativa de los profesores y de la FEU».

Una FEU eternamente joven

Margarita Barrio

El 20 de diciembre de 1922 nació la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). La lucha de aquellos tiempos ameritaba una organización que dirigiera a los estudiantes, y fuese capaz de aunar a los jóvenes para su preparación y fortalecimiento. Su inspirador y primer secretario fue Julio Antonio Mella.

Eran tiempos de reformas universitarias en América, en especial las ocurridas en la Universidad de Córdoba, Argentina, las cuales tuvieron eco en la Cuba de entonces.

En el proceso realizado en la Isla, y recogido en la historia como Reforma Universitaria, se exigía la depuración del profesorado, y la autonomía, con la cual se eliminaba la dependencia del Centro a los políticos de turno.

Además pedían la participación del estudiantado en la dirección universitaria, para lo cual demandaban el reconocimiento de una organización estudiantil que los representara. Así nace la FEU.

Entre las primeras tareas que asumió la FEU estuvo la creación de la Universidad Popular José Martí, de la Liga Antimperialista de Cuba, y de las revistas Alma Mater y Juventud, así como la celebración del Primer Congreso Nacional de Estudiantes.

Luego de 84 años, que la convierten en la organización más antigua del país, la FEU de hoy es la misma, pero diferente. Hace realidad los sueños que entonces tuvo Mella. Vinculada directamente a la comunidad, gracias a la universalización de los estudios superiores, que permite que existan brigadas de la FEU en todo el país, la organización agrupa a 198 873 estudiantes, de ellos 120 683 en los municipios.

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