Cuba es el único país del Caribe que ha desarrollado una tecnología de cultivo protegido apropiada para las condiciones climatológicas del trópico, gracias a la labor del Instituto de Investigaciones Hortícolas Liliana Dimitrova, ubicado en la provincia de La Habana.
Hortensia Cardoza, directora del centro, informó en conferencia de prensa que el diseño de instalaciones de cultivo tapado se creó en 1998, junto a la empresa Carisombra, y en estos momentos se comercializa en México, Dominicana, Venezuela y las islas caribeñas.
«Nosotros no podíamos extrapolar para Cuba las tecnologías y el manejo de las casas de cultivo en Europa, que necesitan calor. Cuba requiere un efecto sombrilla para refrescar. Por ello diseñamos la instalación y todo el manejo de las plantas bajo esas condiciones.
«Que una nación del trópico sea capaz de crear su propia tecnología, es muy novedoso. Ninguno de estos países lo consiguió. Esto solo lo puede hacer un estado del Tercer Mundo con un sistema como el nuestro, donde se le dé tanta prioridad a la ciencia».
El Instituto de Investigaciones Hortícolas Liliana Dimitrova desarrollará en el mes de noviembre el Tercer Curso Internacional de Cultivos Protegidos, donde participan varios países del área.
El centro, que este año cumplirá 35 años de fundado, es también el responsable del 60 por ciento de las variedades de hortalizas y granos que se producen y comercializan en todo el país.
«Cada variedad nuestra —añadió Hortensia— ha ido acompañada de resistencia a factores bióticos de importancia en Cuba. Por ejemplo, pudimos enfrentar y vencer con mucha rapidez una enfermedad que surgió en la región en 1990, transmitida por la mosca blanca. La agricultura cuenta con una inmunidad total en eso.
«Además, hemos podido crear híbridos de tomate, pimiento, melón y sandía muy competitivos en calidad, productividad y resistencia a virus. Ahora los estamos validando en Colombia, Dominicana, Argentina y Venezuela».