Maestro:
Usted nos dijo en La Edad de Oro: «El niño que desde que puede pensar, debe pensar en todo lo que ve, debe padecer por todos los que no pueden vivir con honradez, debe trabajar porque puedan ser honrados todos los hombres y debe ser un hombre honrado. El niño que no piensa en lo que sucede a su alrededor y se contenta con vivir, sin saber si vive honradamente, es como un hombre que vive del trabajo de un bribón, y está en camino de ser bribón».
Cumpliendo con su mandato, los pioneros cubanos de hoy nos esforzamos por pensar, saber y vivir como hombres honestos, como nos enseñaron usted y todos los cubanos que a lo largo de la historia han seguido su ejemplo.
Por ello, este año, en cada escuela, por todo el país, hemos dedicado muchas horas y esfuerzos para analizar lo que nos toca hacer para que Cuba siga siendo la Patria de hombres honestos y libres que usted soñó.
Antes de comenzar las sesiones de nuestro encuentro nacional, venimos ante usted a ratificarle que los pinos nuevos de su Revolución cumpliremos con el deber que nos corresponde como herederos de un pueblo de hombres libres.
Venimos a repetirle el juramento que han cumplido las generaciones que nos forjaron, cuando levantaron machetes contra cañones, cuando se enfrentaron a pecho descubierto contra los tiranos, cuando asaltaron cuarteles, cuando se fueron a las montañas a rescatar a la estrella solitaria, cuando unidos, alcanzaron la independencia que usted proclamó, cuando la defendieron contra mercenarios y traidores, cuando aprendieron a gobernar para todos y en bien de todos, cuando con sudor, inteligencia y sangre demostraron que Patria es Humanidad, cuando convierten cárceles en bastiones de dignidad, cuando levantan invencibles estas trincheras de ideas que ahora detienen a los acorazados del imperio del Norte que nos desprecia.
General, los cubanos de la hornada nueva, tras su orden, por Cuba Libre...
YA ESTAMOS EN COMBATE
Delegados al Cuarto Congreso Pioneril