Foto: Marcelino Vázquez (AIN) GRANMA.— «Aprovecho la oportunidad para enviarle a este pueblo un abrazo bien grande y desearle muchas felicidades, y sobre todo, que sepan la confianza y la fe que tenemos en lo que ustedes harán el día en que nosotros no estemos».
Así expresó ayer a nuestro diario, visiblemente emocionada, la Heroína del Moncada, Melba Hernández, minutos después de haber sido agasajada particularmente por pioneros granmenses, en un sencillo pero emotivo encuentro con motivo de su 85 cumpleaños, a celebrase el venidero 28 de julio.
«Ese día, pero de 1953 lo pasé en la cárcel, junto a Yeyé (Haydée Santamaría) y el resto de los compañeros. Mamaíta y papaíto dando muchas carreras para salvarnos la vida. Era una situación muy difícil, pero nadie dio un paso atrás, nadie se detuvo», rememoró Melba.
«Me he sentido muy bien en Bayamo. Estamos muy felices todos. Es mucha la alegría que sentimos», reiteró a los presentes la ex combatiente de la lucha clandestina, en unos de los salones del Hotel Sierra Maestra, acompañada por varios miembros del Buró Político, dirigentes juveniles, así como autoridades políticas y gubernamentales de la provincia que se sumaron al reconocimiento.
«Sí, son ya algunos añitos —bromeó la moncadista— y me parece mentira todavía estar viendo a Fidel, andar junto a él. Ver todo lo que se ha ganado con el pueblo. Es algo muy grande», concluyó.
Por estos días Melba participó en un recorrido por varios sitios de interés de la provincia sede de las actividades centrales por el 26 de Julio, junto a otros protagonistas de los asaltos a los cuarteles Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, y Moncada de Santiago de Cuba.
En el homenaje se encontraban presentes, entre otros compañeros, Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Julio Martínez, primer secretario de la UJC en el país y Rafael Infante, presidente del Gobierno en la provincia de Granma.
EL MEJOR 26 DE LA HISTORIA«Este es para mí el mejor 26 de julio de la historia, porque coincide tal vez con el inicio de la desintegración del imperio norteamericano.
«Porque como avizorara Fidel en la recién finalizada cumbre de Córdova, el sueño de la unidad latinoamericana está cada vez más cercano».
Esta fue la opinión de Giustino di Celmo —quien participa también como invitado a los festejos por la efeméride—, el padre de Fabio, joven italiano que resultara víctima de un atentado terrorista perpetrado en La Habana en 1997.
Giustino dijo además que viajó a Bayamo para tener la satisfacción de ver la figura en cera realizada a su hijo por una familia de artistas granmenses, a quienes había enviado un uniforme del equipo de fútbol en que jugaba y una pelota.
«Me emocionó mucho. Tiene un gran parecido con Fabio y les estoy muy agradecido por ese gesto», expresó.