La tecla del duende
Vivimos este jueves el Día Amarillo (Yellow Day), considerado internacionalmente como la jornada más feliz del año. El amarillo se vincula con la alegría y el optimismo: es tradicional que este día esté marcado por la amplia presencia del Sol. De ahí la asociación entre felicidad y la luminosidad tradicional de la jornada (este año será la de mayor presencia del astro rey durante el día en este hemisferio).
Quizá por ello, los tecleros de toda Cuba se han confabulado amorosamente. Todo comenzó en Holguín, donde se reconoció el legado de los padres fundadores de la nación. Una invitada de lujo fue Yamaris Blanco, artesana que «moldeó» con encanto el interés de los presentes. Fueron reconocidos los trabajadores de la Casa de la Prensa que son padres, junto a otros concurrentes, que se llevaron postales elaboradas por las tecleras. El equipo de Sonia Gómez se lució en la organización, con rifas y otras propuestas. Se dan los toques finales para una añorada expedición. Informaré.
En La Habana, la acción se desplazó al municipio de Cotorro, con los entusiastas del proyecto Soñarte. Compartimos textos de Guillermo Cabrera Álvarez y las iniciativas fluyeron como la intermitente lluvia. Liderados por Irma y Bárbaro, junto a los mentores de los talleres creativos, el proyecto enamora y ya fraguamos el regreso. Será entonces vinculado a las escuelas del territorio.
En Las Tunas se mezclaron los cumpleaños con la poesía; la trova, con los padres. Jesús Ricardo Cecilia tuvo a su cargo la música, guitarra en mano. Argel, siempre presente, coloreó la tarde con cada estrofa.
Pero las festividades en torno a esta columna continuarán el próximo domingo. Las ocurrentes de Sancti Spíritus tendrán su tertulia de aniversario 18 en la sede habitual de la galería Oscar Fernández Morera. Desde las nueve de la mañana habrá sorpresas para los padres, pero también añoranzas y proyectos para el año que comienza desde ese día. Esta vez Yeni será la coordinadora, con el respaldo de otras apasionadas amigas del Yayabo. Virtualmente, Arminda llegará al festejo y el abrazo será más grande.
El Sol quema con la misma luz que calienta. El Sol tiene manchas: los desagradecidos no hablan más que de las manchas, los agradecidos ven la luz. José Martí.