La tecla del duende
Contraté a un carpintero para reparar algunos objetos de la casa. Tuvo un mal día. Su sierra eléctrica se rompió y lo hizo perder una hora de trabajo; su vieja camioneta se negó a arrancar. Decidí llevarlo a su casa. Viajó silencioso. Al llegar me invitó para que pasase y conociese a su familia. Antes de entrar se detuvo junto a un pequeño árbol y tocó las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una transformación sorprendente, su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y besó a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el carro.
Cuando pasamos nuevamente cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que había visto hacer un rato antes. ¡Ah, ése es mi árbol de problemas!, —contestó—. Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos, ni a mis amigos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.
Y continuó: Lo divertido es que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.
Las intensas lluvias que se pronosticaron el pasado fin de semana para el oriente cubano motivaron la posposición de la tertulia holguinera para este sábado 25 de noviembre. Desde las diez de la mañana en la Casa de la Prensa Holguinera se escucharán voces sobre diversos temas, pero una frase concitará la atención de todos los asistentes: «los agradecidos te acompañan». Los participantes alistarán detalles para organizar el habitual cierre del año en la ciudad cubana de los parques.
Sobre nuevas tertulias en municipios cubanos estaremos hablando la próxima semana.
Yaika: De todas las oscuridades, me quedo con la que amanece por tu luz. Solo mírame. Yaiko
Eligio: Ya no tengo tus mensajes, como antes, en el despertar de cada jornada. Amanéceme. Katiuska
No puede ser bueno aquel que nunca ha amado. Miguel de Cervantes.