La tecla del duende
Desde Canadá, una cubanísima nos envió estas risas sobre nosotros mismos. Aquí les van, casi cerrando las vacaciones...
El cubano no corre: «echa un patín». El cubano no se sube: se encarama. El cubano no habla mucho: «mete tremenda muela». El cubano no se enamora: «coge un clase e’ metí’o». El cubano no es pícaro: es candela. El cubano no es inteligente: es un «filtro».
El cubano no se emborracha: coge nota, o curda. El cubano no es niño: es fiñe. El cubano no es un experto: es un bárbaro, un salvaje, una fiera, un animal. El cubano no se baja: se apea. El cubano no te golpea: te rompe la «siquitrilla». El cubano no baila: echa un pie. El cubano no se equivoca: se enreda. El cubano no se muere: «canta el manisero», «guinda el piojo», «estira la pata».
El cubano no tiene obsesiones: tiene «matraquillas». El cubano no se enferma: se pone maluco… El cubano no está delgado: es un güin, un «esqueleto rumbero».
El cubano no se vuelve loco: «se desconchunfla», se le cruzan los cables, tiene guayabitos en la azotea, le patina el coco. El cubano no se cansa: se «desgüabina», se «desmondinga». El cubano no ignora a alguien: lo tira a mondongo. El cubano no es culto y lector: es una polilla.
El cubano no dice: «toca mal el piano»: Dice: «machaca las teclas». El cubano no provoca una confusión: forma un arroz con mango. El cubano no es ostentoso: se da lija. El cubano no conquistó a una mujer: ligó a una «jeva». El cubano no sugiere: «come despacio»; ordena: «¡Respira, niñoooo!». El cubano no tiene una novia delgada: la novia es un «bacalao» o un «pestillo».
El cubano no dice: «me lo has puesto difícil»; dispara: «Me la pusiste en China». El cubano no comenta que hiciste algo excepcional; suelta bien alto: «¡Te la comiste!». ¡Así somos!
Expedición: detalles casi finales
Se afinan detalles de nuestro recorrido por las genialidades de la natura. Los participantes que aún no se hayan comunicado con nuestro equipo de Atención a Lectores, deben hacerlo en lo que resta de esta semana. Informaremos.
Graffiti
Niño: A pesar de los años contigo, no me crezcas. Tu Oda
Leina: Estar junto a ti fue tan lindo que ya no sé caminar solo. Recuerda que el sabio perdona, el necio no. Extraño tus te quiero. Jorge Luis
Shirley: No quiero buscar sin hallarte. Déjame entrar y encontrarte siempre. YO
Semilla
Nunca vaciles en tender la mano; nunca titubees en aceptar la mano que otro te tiende. Juan XXIII