Los que soñamos por la oreja
Uno de los aciertos de El Jelengue... es la diversidad en su programación musical. Foto: Kaloian
Una discusión que periódicamente se suscita entre nosotros tiene que ver con las opciones que los cubanos disponemos para la recreación y el tiempo libre. Si soy sincero, tengo que decir que, en mi criterio, las posibilidades para satisfacer tal necesidad espiritual en los últimos tiempos se han multiplicado. Cuando uno revisa la cartelera cultural en un sitio como Ciudad de La Habana, no se puede menos que admitir que ha habido un incremento en la variedad de propuestas que se nos hacen y que, en no pocas ocasiones, va siendo cada vez más común que uno tenga que escoger, entre varios sitios de interés, el lugar al que asistir.Por supuesto que lo anterior también guarda relación con las particulares expectativas que cada quien posea para recrearse y disfrutar del tiempo libre. Por eso, es probable que algunos (o muchos) de mis lectores no compartan conmigo la apreciación que tengo al respecto, área en la que considero que el mayor déficit lo seguimos arrastrando en lo relativo a las posibilidades de acceder a la vida nocturna.
Todo lo anterior viene a colación por el hecho de la apertura de lo que se ha denominado El Jelengue de Areíto, una muy atractiva opción cultural en las tardes entre miércoles y sábado, de 5:00 p.m. a 7:00 p.m. Con motivo de la celebración del 45 aniversario de la EGREM, los históricos Estudios Areíto, ubicados en San Miguel 410 entre Campanario y Lealtad, Centro Habana, se han sumado al conjunto de actividades programadas para festejar el cumpleaños de la casa discográfica y así, nacen estas peñas vespertinas que ya van por su cuarta semana.
Cuando uno piensa en la ubicación de los Estudios Areíto, en el patio de que disponen y en la oferta que se comercializa en el lugar, no puede menos que preguntarse por qué demoraron tanto en comenzar un proyecto como el denominado El Jelengue. Allí uno puede adquirir discos, posters y cassettes en moneda nacional y de paso, sentarse a conversar un rato y comprar algo de comer o beber, cierto que en CUC pero a precios nada exorbitantes. Personalmente he pasado muy buenas veladas en el patio de San Miguel 410 y solo me he lamentado de que en ocasiones, la música que se escucha no es la que se supone deberían promocionar a los fines de su posible comercialización.
Con la apertura de las cuatro peñas que ahora desarrollan en el lugar, el espacio adquiere una nueva dimensión cultural, algo de tremenda importancia si se medita en la riquísima memoria histórica que los Estudios Areíto poseen. Pero por si lo anterior fuera poco (¡que no lo es!), a ello también se añade el hecho cierto de que con la programación que ahora se lleva adelante, el sitio aumenta su nivel de recaudación económica, tanto por concepto de la venta de fonogramas como por la gastronomía.
Con producción general de Jorge Rodríguez, trabajo como asistente de producción de Moraysys Silva, y un equipo en el que intervienen otros nombres como José Pérez Lerroy, Lisett Barrios y Juanito, una de las cosas que hay que felicitar en El Jelengue... es su variedad en las propuestas. De tal suerte, bajo el apelativo de «Trovando», los miércoles el espacio se dedica a esa vieja tradición cubana en la cual, un creador acompañado por su guitarra desgrana composiciones propias. El anfitrión de la velada es Fidel Díaz Castro y él ha invitado a compartir la jornada a poetas como Bladimir Zamora, Rafael Grillo y Julio Mitjans, así como a los trovadores Diego Cano, Fernando Bécquer, Yolo Bonilla, Eric Méndez y Ray Fernández.
Por su parte, los jueves son las «Tardes de vitrola», las cuales tienen en la figura de Ricardo «Riky» Trujillo a todo un especialista en la materia, defensor de un pasado sonoro que nunca pierde vigencia. Mientras tanto, los viernes y con el nombre de «Rumba abierta», allí nos encontramos con Rumberos de Cuba, el maravilloso grupo dirigido por Rodolfo Chacón y que tiene en cantantes como Cusito y Sofía, a un par de voces notables en los menesteres del yambú, el guaguancó y la columbia.
Finalmente, en «Carnaval de amor», los sábados se dedican al filin y al bolero, con la presencia de Ela Calvo y la conducción de Mina Reyes. Con una programación así y tan solo por 20 pesos, bien vale la pena darse una vuelta por El Jelengue de Areíto.