Las tres del domingo
Una broma de navidad
Un señor mayor con barba blanca, importante ese dato, decidió hacer más felices a sus vecinos en Colorado, Estados Unidos. Pero su espíritu navideño se vio un poco tronchado por la ilegalidad del método. El improvisado Santa Claus decidió robar en un banco y esparcir allí mismo los billetes mientras gritaba «Feliz Navidad», una idea que fue multada luego con 10 000 dólares, según impuso el juez.
La paciencia del budista
Durante sus rezos de año nuevo, un monje budista tuvo que llenarse de paciencia durante las cinco horas que duró el rito, pues en todo ese tiempo uno de los gatos del templo demandó su atención con todos los maullidos, arañazos y caricias que tenía en su arsenal gatuno. El joven monje de 25 años aguantó estoicamente, aunque tuvo que reconocer que por momentos su atención estaba completamente en el gato.
SOS engañoso
Los vecinos de la casa ubicada en Lake Worth Beach, Florida, llamaron asustados a la policía al oír los gritos de «¡Ayuda, ayuda, déjame salir!» que provenían de su interior. Pero al llegar los cuatro oficiales tuvieron tremenda sorpresa al descubrir que el gritón era un loro llamado Rambo, de 40 años, que —efectivamente— quería salir de su jaula un rato… y lo logró.