Las tres del domingo
En el otro extremo está el caso de Grace, una ama de casa británica que tenía una tupición en el baño y decidió resolverla sola. Vació de agua el inodoro e introdujo la mano provista de una herramienta hasta el final… Pero había olvidado quitarse el reloj, por lo que su diestra quedó atrapada en la misma boca de la taza. Enterados del percance por sus gritos, los vecinos no llamaron a un plomero sino a los bomberos, quienes debieron arrancar la taza del piso para liberar a la emprendedora dama.