Frente al espejo
«Sólidas razones nos sobran hoy para poder afirmar que, desde su salida al aire, las difusiones del programa Sonando en Cuba han alcanzado una millonaria audiencia. Para no ser absoluto, diría que la mayoría de los cubanos también nos sentimos felices por la acogida que ha tenido, lo cual converge con el punto de vista que la periodista deja explícito en su excelente artículo (Más que bien por Sonando en Cuba, Alina Perera Robbio, 30 de octubre). Sonando en Cuba no es solo un programa para deleitarnos, encierra algo más: el rescate y defensa de los valores más auténticos de la música cubana, lo cual le otorga inmenso valor agregado. Me atrevería a afirmar que se ha concretado un viejo anhelo de todos aquellos admiradores de estos géneros que constituyen un elemento inseparable de nuestra idiosincrasia, de nuestra identidad. Cuán difícil resulta en estos momentos darles riendas sueltas a las palabras con las que quisiéramos agradecerles a esos eminentes artistas (Hayla Mompié, Paulo FG, Mayito Rivera, Adalberto Álvarez... y a todo el equipo de realización de ese programa) su hermosa y noble labor en defensa de la música cubana». (Nelson Leyva de la Torre)
«Que siga entonces Sonando en Cuba. En nuestro país todavía hay muchos jóvenes con talento por descubrir en los rincones menos insospechados. Y una última sugerencia: creo que se puede hacer un último programa, algo así como lo que usted no vio, es que quiero seguir prendido del televisor cada domingo». (Diego)