Frente al espejo
«Si solo fuesen las palabras lo que se perdía, como palabras, y lo que ellas representan persistiese, pues no pasaba nada. Lo malo es que se pierda la esencia (Al rescate de ciertas palabras, Alina Perera Robbio, 1ro. de agosto). Honestidad, por ejemplo, ¿cuántos bandoleros y desalmados la utilizan? ¿Por qué no utilizar la palabra honor, por el altísimo significado que ella tiene? ¿Por qué se fue cayendo en tamaña vulgaridad, por ejemplo, en la propia música, cuando con palabras delicadas y hermosas se pueden decir tantas cosas? Me recuerdo de aquella pieza que, con una sutileza extraordinaria, decía: “En el tronco de un árbol una niña grabó su nombre henchida de placer, y el árbol conmovido allá en su seno, a la niña una flor dejó caer...”. Entonces creo que si apareciesen de nuevo en nuestro lenguaje cotidiano solo las palabras, nada resolveríamos. Lo importante, reitero, es la esencia». (Fernando López)
«Muy interesante el reporte (¿Rocas que caminan?, Randy García, estudiante de Periodismo, página temática Detrás de la Ciencia, 1ro. de agosto). A la ciencia le sigue siendo difícil desentrañar misterios tan “simples” como este. Realmente irónico». (Ross)