Frente al espejo
«Felicidades a Mileyda Menéndez Dávila y Mariela Rodríguez por la entrega de este sábado. Sí, se trata de una etapa realmente difícil y cada generación moldea a la adolescencia según las circunstancias, siempre acordándonos de que todos fuimos y seremos adolescentes (Entre luces y sombras, Mileyda Menéndez Dávila, página temática Sexo sentido, sábado 14 de mayo). Esa etapa marca toda la vida y trasciende. Aun teniendo cuidado y mucha cautela, puede atraparte la telaraña de las circunstancias y los errores, que luego te van dotando de la coraza para seguir... Quien rebasa bien la adolescencia hará un preciado legado a los hijos y nietos». (Manuel)
«Este artículo sobre la voz del Apóstol es una hermosura y digno de ser contado como el mejor o, si no, uno de los mejores (José Martí entre la viola y el oboe, Luis Hernández Serrano, 15 de mayo)». (Raúl Jas)
«Asombrosa noticia (Salvado de un “arponazo” en el corazón, Osviel Castro Medel y María Valerino San Pedro, 14 de mayo) y felicidades por este logro de la salud pública cubana. No me asombra la pericia de la doctora María del Carmen Valero y su equipo, quienes gozan de gran prestigio por su labor profesional. Conozco de cerca a María del Carmen y en ella se conjugan muchos valores además de su inteligencia, bondad, modestia y experiencia. Aunque no se la describe en el reporte, ella es una médica bayamesa formada en nuestro proceso revolucionario». (Ana Cristina Tablada)
«Soy un fiel seguidor de su trabajo, especialmente de la sección Los que soñamos por la oreja (Joaquín Borges-Triana, jueves, página Cultura), que publica en JR y que permite a los seguidores de la música cubana actualizarse con aquellos proyectos que no suelen salir frecuentemente en nuestros medios masivos...». (Julio Cubría)
«Jesús: No me corresponde hacer comentarios deportivos, pues nada justo podría opinar. Pero hay algo de lo que sí conozco y puedo conversar, y es esa magia con la que enfrentas tus “turnos al bate en las lides periodísticas”… Hoy esta lectora insignificante te asegura que te sobran la elegancia y la modestia (Urquiola, Jesús Arencibia Lorenzo, sección sabatina La Crónica, 7 de mayo). Tienes la gracia que se requiere para ponerle alas a las palabras y aligerar los corazones. Basta adentrarse en tu expresión elocuente y poética para encontrar la humildad más encomiable…». (M.M.P.)