Frente al espejo
«Soy una madre con un niño de cinco años dentro del espectro autista nada severo, pero quiero agradecerle por el artículo No son niños majaderos (Norma Ferrás Pérez, 7 de abril). Sé que por estos días se trata de concientizar a las personas sobre el autismo, por lo que viene muy bien este tipo de comentario educativo.
«Tengo a Luis Daniel insertado en la enseñanza especial. El próximo curso ya debe empezar el prescolar y estamos muy contentos con los pequeños grandes avances que el niño ha logrado en el 4to. y 5to. años de vida. Gracias miles a su magnífico equipo de maestros de la escuela Enrique José Varona, de Camagüey.
«Todo lo que usted explicó es cierto. Así pasa en repetidas ocasiones. La sociedad debe conocer un poco más sobre este desorden del desarrollo pues son niños, adolescentes, jóvenes y ciudadanos que han de incorporarse a ella.
«Ellos dependen mucho del amor, la paciencia y la dedicación de la familia y las personas que tratan de enseñarles lo que más puedan ellos asimilar. También, por supuesto, del medio social, así que es muy importante ayudarlos y ayudarnos». (Angelita)
«Muy profundo este artículo y muy diplomático también (El Fondo Monetario Internacional en África: desfalco con corbata, Jorge Luis Rodríguez González, 11 de abril). El origen de estas dos instituciones, el Fondo y el Banco Mundial —y de otra muy importante, el BIS (Banco Internacional de Pagos, radicado en Basilea, Suiza)—, no es más que el viejo sueño de la banca privada internacional de hacerse con el control del circuito monetario y financiero mundial (…). Esta banca, que nunca da la cara, es la dueña y accionista principal de una gran cantidad de bancos centrales de países (…). Es, además, la institución más corrupta que ha venido al mundo. Por eso es que no creo para nada que sean los países desarrollados los que controlan al FMI y al BM, sino que son estas instituciones las que se valen de engaños y de su terrible influencia monetaria para colocar a sus títeres de presidentes de las naciones más poderosas. Así, ellas juegan un papel de segundo plano —el poder detrás de trono—, mientras países como EE.UU. les sacan las castañas del fuego; o mejor dicho, transforman al mundo en castañas y poco a poco las van poniendo al fuego». (Eddy Luis Molina Morales)