Acuse de recibo
Si hubiera una desgracia en la ciudadela biplanta de Calzada del Cerro, No. 2007, entre Monasterio y Santa Teresa, municipio habanero de Cerro, no sería porque faltaron las alertas continuadas de la vecina Norma Seara Liber, y sí por la morosidad de quienes hace tiempo están avisados y deben poner manos a la obra.
El primer S.O.S. lo dio aquí Norma el 17 de mayo de 2024, sobre el peligro que amenaza a los vecinos, pues tras fuertes lluvias, del balcón pasillo del piso superior se desplomó una parte. Y se colocaron tablas para que los de los altos pudieran llegar a sus respectivos hogares. Y aun así, temían una posible tragedia.
Contó Norma que se dirigieron al delegado del Poder Popular, quien tomó fotos y fue a la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV), donde dijeron que no había materiales para solucionar el problema ni madera para un apuntalamiento.
El 20 de junio de 2024 volvió Norma para indicar que fue allí un representante de la Empresa de Servicios Especializados de la Construcción (Secons) e indicó que iban a apuntalar, pero desde el interior de las casas de la planta baja, cuyas placas están en muy mal estado.
Luego fue una representante de Supervisión. Después la Secons, para medir el balcón y calcular los materiales a usar en el arreglo. Posteriormente, dos funcionarios del Gobierno y la Intendente de Cerro con tres de la DMV y un ingeniero que adujo que no había acero, y el balcón es muy estrecho y solo cabe una persona.
Añadía Norma que el 13 de junio de 2024 fue un representante de la DMV y les informó que iban a apuntalar el pasillo con vigas de hierro hasta que entrara el presupuesto para el arreglo. Y debían firmar un documento si estaban de acuerdo. Los vecinos no firmaron, pues no tenían garantía de que sería así.
A ello respondió la Dirección Provincial de la Vivienda (DPV), que declaró que pudieron constatar el estado crítico del lugar; e indicó a la DMV emitir las órdenes de emergencia, para rehabilitar el área afectada a través del programa de acciones emergentes.
Y el Departamento de Conservación de la DMV acordó apuntalamiento preventivo. El 27 de noviembre de 2024 la UEB Secons Demoliciones estuvo en el inmueble para acometer la acción. Y los vecinos de la ciudadela, incluida Norma, volvieron a estar en desacuerdo con esa decisión.
Indicaba la DPV que las afectaciones de viviendas priorizadas en Cerro entonces eran las vinculadas con eventos meteorológicos, para responder a estas familias. Y argüían las carencias que vive el país en cuanto a disponibilidad de recursos para detener el deterioro del fondo habitacional y dar cumplimiento a los planes constructivos.
El pasado 13 de marzo, Norma contó que a inicios de 2025 fueron allí la Intendente del municipio, el Director de Secons, la Directora municipal de la Vivienda y la de Finanzas de Cerro. Y explicaron que tenían los materiales, solo faltaba el acero.
Les preguntaron si estaban dispuestos a ir a casa de familiares en lo que se volvía a hacer el balcón. Todos los vecinos firmaron que estaban de acuerdo, que era algo rápido y no tardaba en comenzar el arreglo. Pero…
«No han aparecido más, decía Norma, y se continúa deteriorando el balcón. Según el delegado, está en el plan de 2025, pero estamos previendo que pase algo más, porque somos personas mayores».
Y el 21 de abril pasado, respondía aquí Yanet Hernández Pérez, gobernadora de La Habana, que en visita a Norma se le informó por los compañeros de la DMV que la ciudadela estaba incluida en el Plan de rehabilitación para comenzar en ese mes. Y añadía que Secons cuenta con la madera para el apuntalamiento, y se solicitó al Gobierno Provincial la autorización del acero necesario para la obra del pasillo de esa ciudadela.
El 26 de mayo volvía aquí la persistente Norma, para insistir en que los visitan, les dicen que ya todo está listo, y después no aparece nadie.
«Algunos vecinos ya salimos de allí, decía, y estamos en casa de algún familiar, en espera. Pero es una falta de respeto, pues somos personas mayores…Queremos una solución, o que al menos sean más formales, porque no todos tienen donde quedarse por mucho tiempo», concluye.
Ojalá esta sea la última alerta de Norma, y el peligro sea definitivamente erradicado.
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