Acuse de recibo
Juan Cortés Cuesta, cuya dirección electrónica es juco@nauta.cu, escribe para alertar de una situación muy desventajosa para quienes en su provincia, Villa Clara, como en el resto del país —también afectado por los apagones a consecuencia de la crisis electroenergética— apenas pueden aprovechar las horas de ese servicio como clientes de Nauta Hogar, y sí deben pagar por ello a Etecsa como si las consumieran.
«Yo particularmente pago 2 Mbps de ancho de banda, valor que prácticamente nunca tengo, pues casi siempre es por debajo, y pago 500 pesos mensualmente. El caso es que, terminado el mes, se van mis 500 pesos sin haberlos consumido», manifiesta.
Plantea que en cierta ocasión se comentó que se iba a hacer determinado arreglo para que las horas se acumularan, y no se perdieran. Pero no pasó de ser eso, sencillamente un comentario. Y seguimos en las mismas, señala.
«No culpo a Etecsa del problema, refiere, pero entre la Unión Eléctrica y Etecsa deben llegar a un consenso, porque es un servicio que se está brindando con malísima calidad; y alguien debe devolver el dinero al que lo está perdiendo, o dar alguna satisfacción al cliente.
«La idea de que las horas se acumulen es muy buena, pues al final se paga el servicio y al cliente no se le está regalando nada; solo de alguna manera se le está devolviendo lo que le pertenece y no utilizó.
«Saque la cuenta: 12 meses por 500 pesos es un número respetable de dinero pagado a un servicio prácticamente fantasma. Si ese importe lo multiplica por los que lo tenemos en la provincia o en el país, quizá hablaremos de números de seis cifras o más. Muchos cubanos lo van a agradecer si se tiene en cuenta esta sugerencia», concluye.
Miguel Ángel de Armas Alba, quien reside en calle Milagros Este, Nro. 282, apartamento 17, entre Lawton y Armas, en el municipio capitalino de Diez de Octubre, relata que lleva diez meses sin servicio de telefonía fija, a pesar de que lo notificó en junio de 2024, con el número 9316638.
«Y no han venido a resolver el problema, ni tan siquiera a darme una respuesta, manifiesta. He ido al punto de Etecsa, en Luz y Reyes, a Atención a la Población, y me dicen siempre lo mismo: que espere. Y ya llevo diez meses esperando», termina.
Solicita ayuda Martha León González, una señora de 68 años que reside en calle H. Castillo, entre Chicho Valdés y República, en la ciudad de Ciego de Ávila, pues el 5 de noviembre de 2024 su vivienda sufrió un derrumbe que la ha dejado desguarnecida y en una situación muy peligrosa.
Precisa la desesperada señora, por demás ya jubilada, que su núcleo familiar está compuesto por un esquizofrénico paranoide de 74 años y un discapacitado visual de 18. Y en su ciudad las autoridades no les han brindado la mínima atención. «He ido a todas partes, expresa, y no me dan respuesta».
Rodney Rodríguez López (Calle 8, Nro. 10, entre 1ra. y 3ra., Vedado, Plaza de la Revolución, La Habana), cuenta que intentó denunciar a dos negocios privados que nunca aceptan pagos electrónicos por los canales correspondientes. Y fracasó.
«¡Qué sorpresa la mía!, comenta, el teléfono 80022624, indicado para ello, no funciona. Y el correo consumidor@mincin.aguiar.cu, no existe. En fin, el pueblo desamparado nuevamente ante la imposición de pagos en efectivo por actores económicos no estatales», concluye.
Para que lleguen sus quejas o planteamientos a esta sección, usted deberá enviarlos al correo lectores@juventudrebelde.cu, sin olvidar su nombre y apellidos y la dirección particular donde reside.