Acuse de recibo
Un hallazgo muy preocupante historiográficamente tuvo Eduardo Velasco Benítez (Avenida Granma, edificio 21, apto. 23, reparto Antonio Guiteras, Bayamo, Granma), un abuelo muy preocupado por el aprendizaje de su nieta de nueve años que cursa el cuarto grado.
Como es habitual en él, revisó el libro correspondiente a la asignatura El mundo en que vivimos, y encontró ciertos textos que, «con todo respeto» —aclara— contienen errores, a partir de la página 110.
En la parte que aborda la organización del país en provincias, y el municipio especial de Isla de la Juventud, buscó lo relativo a Granma. Y aparece que esa provincia fue fundada en 1513. Más de cuatro siglos antes de que ese nombre se hiciera público, relativo al yate que en 1956 trajo de México a los expedicionarios de la gesta liberadora encabezada por Fidel.
«Como bayamés que soy, manifiesta, me doy cuenta de que ese es el año de la fundación de la ciudad de Bayamo, algo muy diferente de lo que se plantea allí. Consulto otras provincias, cuyas cabeceras son de las primeras villas, como Camagüey y Sancti Spíritus, y veo que es algo sistemático.
«Pero cuando voy a la provincia de Santiago de Cuba, también ciudad fundacional, veo que aparece como año de fundación el 1797, año que no me dice nada, pues no conozco mucho de historia.
«Entonces, pregunto: ¿Qué criterio se está siguiendo para indicar estas fechas fundacionales ¿Y cómo se las arreglará el profesor en el aula cuando vaya a enseñar el contenido? Este libro tiene un colectivo de siete autores, tres de ellos doctores en Ciencias.
«En primer lugar pido se me aclare si eso está bien así. También sé que, si fuera un error, reproducido en casi todas las provincias, excepto Artemisa y Mayabeque, que tienen años al parecer correctos. Podría argumentarse que errar es de humanos. ¿Pero este texto tan importante, y cuya impresión debe haber costado tanto dinero, fue revisado detenidamente?», concluye.
Olegario Labrada López (Calle 59, No. 62, Delicias, Puerto Padre, Las Tunas) expresa su inconformidad con el delegado de la Agricultura de ese municipio y los funcionarios del registro Pecuario 3102-5 del consejo popular Delicias, por la impunidad ante las quejas por escrito y verbales que él ha formulado, por permitir a dos tenedores de ganado mayor, el que sus animales pasten sueltos en la franja de la carretera y el ferrocarril a la entrada del poblado.
Refiere que en una visita que le hicieron, le orientaron el inspector y el registrador pecuario del consejo popular que les tirara fotos para ellos actuar con pruebas. Y que cuando los animales estuvieran sueltos les avisara. Olegario lo hizo y nada ha sucedido.
Precisa que el 3 de mayo de 2022 le llamó la atención a uno de ellos, porque una vaca de la propiedad de este le hizo daño a una planta de guayaba suya. Y recibió ofensas y amenazas; por lo que el comisor fue sancionado y advertido de no soltar a pastar el ganado. Pero aún así, continuaba.
El 13 de noviembre de 2023, Olegario formuló queja por escrito al delegado de la Agricultura, el Gobierno, la Fiscalía y el Partido en el propio municipio. Y el jefe de Sector de la Policía le manifestó que eso no era problema de esa entidad, sino de la Agricultura.
En junio pasado le envió una nueva queja al delegado de la Agricultura, porque las vacas del otro tenedor le dañaron cinco matas de frijol caballero que tenía sembradas cerca de su patio. También lo denunció al Fiscal Jefe del municipio. En ambos casos, no ha tenido respuesta.
Olegario, con 64 años y tres operaciones de neoplasia de laringe y metástasis ósea, con tratamiento ambulatorio, considera que «este accionar disgusta a las personas que creemos en la justicia revolucionaria; y que cuadros y funcionarios como estos, yo como pueblo no confío en ellos», concluye.