Acuse de recibo
El pasado 28 de marzo, Mijail Mijares Bullaín, profesor de la Universidad de Granma y residente en la ciudad de Manzanillo, contó aquí que los beneficiarios en ese municipio de los ministerios de Educación, Educación Superior y Salud Pública, Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y otros sectores con tarjetas privadas de Fincimex, no han podido adquirir el combustible en 2024. La última venta fue en diciembre de 2023, a pesar de que todo está organizado, pues el Gobierno municipal y los servicentros tienen listados actualizados de ellos.
«La venta de combustible a los beneficiarios privados es parte de la atención al hombre en sectores importantes, decía. El residir en un municipio u otro no debe ser causa de diferencia en el tratamiento. El problema está en la distribución del combustible: ya sea a nivel provincial, pues puede que no se asigne la cantidad necesaria a los municipios para la venta a beneficiarios privados; o a nivel municipal, donde al distribuir no se esté teniendo en cuenta el combustible que debe situarse en los servicentros para que sea adquirido por estos compañeros».
Y recordaba que el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, al referirse al incremento del precio del combustible, aclaró que habría una atención diferenciada con médicos y maestros que tuviesen vehículos automotores. Pero si el tratamiento que se les va a dar a este número mayor de trabajadores es el que hasta ahora tenemos los beneficiarios privados de Manzanillo, de nada vale la intención de ofrecer una mejor atención a los trabajadores de estos sectores, planteaba.
También refería que, mientras en Manzanillo en 2023 se atendió a los beneficiarios a razón de 20 litros, una vez al mes y cuando más dos veces, en Bayamo se hacía prácticamente semanal.
Al respecto, responde Ramón Durán Palma, gerente de la sucursal Granma Cimex, que «el cliente tiene la razón, partiendo del hecho de que en realidad la distribución que han recibido no satisface sus necesidades».
Y se pudo comprobar con la dirección del Gobierno en el territorio, precisa, que en lo que va de año fueron atendidos los días 4 de enero y 4 de abril, al tiempo que están claros del problema y muestran la voluntad de prestar la atención a los implicados en el tema de referencia, según mejoren las condiciones de asignación de este combustible al municipio.
Reconoce que es indudable lo expresado con respecto a Bayamo, afirma, donde se recibe una cifra mucho mayor de todos los combustibles que la asignada a Manzanillo.
«Otro elemento a tener en cuenta, expresa, y que debe ser de consideración por todos, es el hecho de que estamos hablando del tipo de combustible gasolina regular (B-90), sobre el cual en nuestro territorio hay un solo servicentro que lo recibe. Además, se complejiza la situación, pues ese tipo de combustible es el que más se necesita para el transporte utilizado en la prestación de servicios de primera necesidad, como nefrología, que consume alrededor de 500 litros diarios; y funerarias, entre otros, los cuales deben protegerse en su actividad».
Y finalmente ofrece disculpas por las molestias que se puedan ocasionar.
Se agradece la respuesta y solo se lamenta que no se hayan explicado las razones que podrían existir o no para que en tal distribución de combustible Manzanillo esté en desventaja con respecto a Bayamo.