Acuse de recibo
El 12 de enero de 2020, y sin siquiera sospecharlo, Orlando Alarcón Lago adquiría el motivo de una futura decepción cuando compró en 350 CUC entonces, y con tres años de garantía, un televisor Atec de 32 pulgadas en la tienda La Filosofía, de Neptuno, esquina a San Nicolás, en el municipio capitalino de Centro Habana.
Orlando, quien reside en Concordia no. 225, bajos, apto. 2, entre Manrique y Campanario, en ese municipio, relata que desde agosto de 2022 la pantalla del telereceptor comenzó a presentar rayas verticales en la imagen. Y amparado en el derecho de garantía, el 25 de septiembre de ese año llevó el equipo al taller correspondiente de Copextel, en Infanta y Humboldt.
Allí lo revisó un mecánico nombrado Sergio, quien le explicó que no había pantallas para sustituir la de su equipo; pero que no se perdía la garantía ni mucho menos, pues este quedaba registrado. Y tan pronto se recibieran pantallas, le garantizarían la reparación. Ahí comenzó una odisea que no ha tenido final hasta la actualidad.
Durante el resto de 2022 y casi todo 2023 Orlando se mantuvo llamando o visitando el taller de Infanta y Humboldt. Y la respuesta seguía siendo la misma. Entonces habló en varias ocasiones con el jefe de taller, de nombre Lázaro, hasta que este le comunicó que la solución era devolverle el dinero al cambio vigente en 2020. O sea, a razón de 25 pesos cubanos por cada CUC de aquellos. Era lo que establecía la Resolución 51 del Ministerio de Comercio Interior anterior al ordenamiento en nuestro país, cuando el CUC se equiparaba con el dólar.
«Y ahora, manifiesta, sin importar que la tasa de cambio para las empresas pasó, primero, de un dólar por peso cubano a 25 pesos cubanos por dólar y, más recientemente, volvió a modificarse pasando a 120 pesos cubanos por cada dólar, se me informa que no me pueden reparar el equipo. Y que, según la mencionada Resolución del Ministerio de Comercio Interior, la solución es devolverme el dinero que pagué por el televisor a razón de 25 pesos por CUC. O sea, 8 750 pesos, que hoy no alcanzan ni para comprar una caja de pollo, mucho menos un televisor».
Inconforme con esa respuesta, Orlando se dirigió el 13 de septiembre de 2023 a la Empresa Copextel, sita en N entre 23 y 21, Vedado. Allí lo atendió muy amablemente la funcionaria Yadira, quien le escuchó atentamente, tomó sus datos y le dijo que lo llamaría, lo que hizo semanas más tarde, para decirle que estaban atendiendo su queja.
Durante casi cinco largos meses estuvieron en contacto, hasta que el pasado 1ro. de febrero dicha funcionaria le informó que solo habían recibido 15 pantallas, y no alcanzaban para todos los televisores que estaban en garantía. Que la única solución era la devolución en efectivo de lo que él pagó. Es decir, 25 pesos por cada CUC de aquellos.
«No solo estoy indignado con tamaña desconsideración, afirma, y pregunta:
«¿Quién paga el tiempo que he dejado de disfrutar la inversión que hice?
«¿Dónde está la tan llevada y traída protección al consumidor?», concluye.