Acuse de recibo
El pasado 30 de enero, desde el edificio 31003, apto. 11, calle 161, entre 310 y 314, en Valle Grande, municipio habanero de La Lisa, Virginia Fung Lay reveló aquí su inconformidad y la de los vecinos por «la infructuosa gestión de Aguas de La Habana para solucionar la reparación de los conductos de alcantarillado que provocan el desborde de aguas albañales en dos edificios de cinco plantas y viviendas aledañas».
Decía que en agosto de 2023 esa empresa realizó allí una reparación, en la que sustituyó una parte de la tubería del registro del alcantarillado de la calle, al cual descargan las aguas de los edificios. Y ya se habían vuelto a presentar tupiciones y roturas, pues las tuberías cambiadas son insuficientes para el volumen de descarga de albañales de los dos edificios y otras viviendas.
Precisaba que los registros o fosas de cada edificio mantienen en el fondo casi la mitad de sedimentos acumulados, que causan, además, el desbordamiento de las fosas al interior de las viviendas por los tragantes de las plantas bajas. Y Virginia recordaba que aquel trabajo de agosto de 2023 fue insuficiente, pues las tuberías que instalaron debieron ser de mayor diámetro.
Aguas de La Habana, acotaba, debe realizar una limpieza de los registros mediante un camión de extracción. Pero no lo ha hecho. Y añadía que han acudido al Gobierno y al Partido en el municipio, y a la Dirección municipal de Higiene y Epidemiología, que dictamina las medidas y regulaciones sobre el vertimiento de desechos de animales de corral, que es una de las causas de las graves tupiciones.
«Seguimos con el mismo problema, afirma. El considerable volumen de aguas albañales que descargan 40 apartamentos de cada edificio se desborda en los traspatios, anegando el área contigua a la cisterna, lo que representa un riesgo inminente y grave de contaminación del agua potable, que conduciría al sellaje y prohibición del agua», concluye.
En lo que denomina «respuesta inicial» a esa queja, Ana Gloria Gutiérrez Romero, jefa del Departamento de Comunicación Institucional de Aguas de La Habana, señala que en varias ocasiones esa entidad le dio atención a la línea central de alcantarillado. Fueron reparados 39 metros de línea y se le dio mantenimiento con un carro de alta presión y un carro-fosa.
Aclara que la línea existente en la actualidad tiene el diámetro adecuado para captar todos los residuales, y se encuentra en perfecto estado técnico, y sin verter.
En visita hecha por el jefe del territorio y el inspector del área, añade, se observó un vertimiento interior y registros obstruidos, con sólidos acumulados de tiempo, que deben ser escombreados.
Precisa que esa dificultad es producto de la indisciplina social de los vecinos, pues se aprecia en los registros excremento animal, específicamente de cerdos. Y se le orientó a Virginia hacer reporte a la Empresa de Saneamiento Básico de La Habana.
Por parte de Aguas de La Habana sí ha trabajado allí: en 2012 y 2015, en reparación de red; en 2018, en mantenimiento, reparación de red y de entronque; en 2020, en mantenimiento; y en 2023, en instalación de 18 metros de red, reparación de registro hundido y de dos entronques, y mantenimiento con carro de alta presión y carro-fosa.
Y adjunta fotos de la visita, en las cuales se revela que no hay vertimientos exteriores de aguas albañales, sino de interiores.