Acuse de recibo
Octavio Cabrera Ramírez, residente en edificio 945, apartamento 18, en la zona 1 del reparto Alamar, en el municipio capitalino de Habana del Este, cuenta que él y su padre llevan más de un año con un salidero de agua que está dentro de un sembrado al fondo de la Fiscalía Municipal. Y Aguas de La Habana no hace nada.
«Al ver tanto despilfarro, manifiesta, por problemas de conciencia realicé el trabajo con los recursos que tenía a mi alcance, sin otro interés que resolver el problema».
Indica que ya la Fiscalía tiene agua, aunque hay que mejorar lo que él hizo para poder tapar el hueco. Además, contiguo al primero hay otro salidero que él sí no puede solucionar, pues no cuenta con los recursos requeridos.
«Me dirigí a plantear el problema en Acueducto una vez más, refiere: ya mi padre lo había tramitado. Y lo que recibo son acusaciones y maltrato.
«¿Hasta cuándo la población estará soportando estas cosas de los funcionarios de las empresas en Cuba? Por favor, me dirijo a ustedes para ver si de esta manera se resuelve el problema. Fui al Poder Popular, aunque tengo motivos para no confiar en que de esta manera se resuelva», concluye.
Niurka Silva Marrero, vecina de Llano de Uñas, en el municipio holguinero de Gibara, relata que en 2013 un huracán que azotó ese territorio le derrumbó su casa, hecho que conocieron de inmediato el Gobierno y la Dirección de la Vivienda en ese municipio.
Y aún a estas alturas, a pesar de todas las gestiones que ha hecho sigue viviendo allí, sin ninguna solución. Apenas lo que se vieron precisados a hacer fue una «facilidad temporal» improvisada sin techo, por lo cual cuando llueve tienen que guarecerse con algún vecino.
Cuenta que en 2014 la Dirección Municipal de la Vivienda les aprobó un subsidio para la nueva vivienda de 85 000 pesos. Y a partir de entonces, todos los años le argumentan una razón diferente para no autorizar la entrega de los recursos requeridos.
«Son diez años los que han transcurrido, y se podrán imaginar las penurias que hemos sufrido. Sin embargo, muchas casas más recientes se han resuelto; algo que no se entiende teniendo en cuenta las directivas trazadas por nuestro Gobierno. Ahora la Dirección Municipal de la Vivienda plantea que mi casa se tramite para evaluarse el próximo año», concluye.
El jubilado Pedro Pablo Rodríguez González (Celestino Pacheco No. 182 reparto Carlos Manuel, ciudad de Pinar del Río) relata su incertidumbre desde que en abril de 2021 unos ladrones realizaron un robo en su vivienda.
Señala que el 21 de abril de 2022 en el Tribunal Municipal de Pinar del Río se realizó la vista oral. Y los comisores fueron condenados a resarcir el daño material causado a su persona (no especifica si hubo sanción penal).
En julio de 2022 él fue a la Caja de Resarcimiento a indagar. Y cuando dio su nombre, resultó que en el sistema apareció un nombre similar, pero de Villa Clara.
En septiembre de 2022 volvió allí. Y entonces la causa estaba a nombre de una mujer. Le mostraron una copia del documento enviado. Y desconocían por qué aparecía otro nombre.
El 21 de octubre de 2022 retornó allí, y le dieron un número de expediente, el 1323379. Le dijeron que pasara nuevamente por allí.
El 11 de abril de 2023 él volvió. Y cuando le buscaron en el sistema, no aparecía. Le volvieron a tomar los datos personales para enviarlos a La Habana.
«Es como si tuviera que comenzar de nuevo con el trámite. A mí solo me cabe una pregunta: ¿Qué le ocurrió al resarcimiento de la causa No. 5 de 2022 del Tribunal Municipal Popular de Pinar del Río?», concluye.