Acuse de recibo
Aminael Rodríguez Castillo (O’Reilly 360, apto. 1, entre Habana y Compostela, La Habana Vieja, La Habana) cuenta que el pasado 26 de agosto solicitó en el Registro Civil de ese municipio una certificación de su inscripción de nacimiento. Y aún tres meses después no ha podido acceder a ella, a pesar de que debía tenerla pasados 15 días hábiles.
El 21 de septiembre se presentó allí, y no estaba lista aún. La joven que le atendió le sugirió que si la hacía a través de la plataforma del Ministerio de Justicia, saldría con mayor celeridad, pues debía ser emitida por el Registro Civil de Mayarí, en Holguín. Y para esa solicitud la plataforma le envió un código y un pin.
El 7 de octubre, Aminael volvió por el Registro Civil de La Habana Vieja, y para su sorpresa, la certificación no había sido enviada aún por el de Mayarí. Supo entonces que por medio de la plataforma solo pueden hacerse solicitudes a los registros civiles de los municipios de las provincias de Pinar del Río, Artemisa y La Habana.
El reciente 24 de noviembre volvió por el Registro Civil de La Habana Vieja, y tampoco estaba su documento solicitado. Al inquirir por la razón, la especialista le respondió que si él no sabía que en las provincias hace varios meses no hay electricidad. Y que si algún funcionario no se sienta a revisar las PC, no le dan atención a las solicitudes.
Aminael le preguntó que si para esos casos no existía una medida interna, de que algún funcionario llamara a las oficinas del Registro Civil que tenían atrasos en la entrega de solicitudes.
«Y me respondió, afirma, que ella no estaba ahí para eso; mostrando falta de profesionalidad, indolencia e ineficiencia en el servicio que debe prestar y por el cual cobra un salario.
«Todas estas gestiones, como es sabido, hay que hacerlas en horario de trabajo, por lo que ese día debo ausentarme, levantarme a las cuatro de la madrugada, hacer una cola bastante complicada, en la que en muchas ocasiones solo atienden hasta el mediodía, por falta de conexión.
«Y todo para nada. Mi única esperanza es que esta inquietud sea publicada y al menos los responsables del Registro Civil de La Habana Vieja, den una respuesta oportuna y convincente.
«Es inconcebible que con el proceso de actualización de las normas y leyes que se está llevando en nuestro sistema jurídico para atemperar todas las normativas a los nuevos tiempos que vivimos, sea una institución del Ministerio de Justicia una de las principales incumplidoras de estas, causando molestias y disgustos en la población con los incumplimientos reiterados e ineficiencias en los servicios que presta.
«También es reiterativo el caso omiso al llamado de nuestro Presidente ante la necesidad de viabilizar, agilizar y cumplir con los plazos de los trámites en la entrega de solicitudes de documentos requeridos para otros trámites legales que deben efectuar los solicitantes, así como la necesidad de hacer un uso más amplio de las tecnologías de la información y la informatización en estos procesos», concluye.
«¿Qué puede o debe hacer Correos de Cuba ante sus clientes suscriptores de periódicos, cuando uno de los repartidores se enferma, sale de vacaciones o pide la baja?», pregunta Carlos Yurievich Luis Ortega, desde calle 256, entre 56 y 57, en Versalles, ciudad de Matanzas.
«No es la primera vez que no me reparten el periódico, y tampoco lo recibo con carácter retroactivo. Nunca me descuentan los periódicos que dejé de recibir por motivos ajenos a mi voluntad.
«¿Debe el cliente pagar por los malos manejos y decisiones de otras personas?
«Creo que en cada empresa o establecimiento, debe haber personas con poder de decisión y ganas de buscar soluciones a los problemas; no crear más trabas. Me gustaría tener respuesta de alguien que comprenda que el cliente nunca debe pagar por los malos protocolos establecidos en algunos lugares», manifiesta finalmente Carlos.
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