Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La doctora Laura Gutiérrez Peñate (San José 20708, reparto Carolina, San Miguel del Padrón, La Habana), joven dentista graduada en 2019 de la Facultad Miguel Enríquez, lamenta quedar desempleada en contra de su voluntad.

Cuenta que comenzó a laborar en septiembre de 2019 en el policlínico Wilfredo Pérez para cumplir el servicio social. Y en enero de 2022, por problemas familiares, tal como disponen los artículos 41 y 42 del Reglamento del Régimen de Residencia en Ciencias de la Salud, solicitó una baja temporal de la residencia por un año, que le fue aprobada. «Es un derecho establecido, dice, que ejercí sin recibir ninguna observación ni advertencia, y con el ánimo de incorporarme al final. Continué trabajando en mis tareas laborales habituales en el policlínico.

«Y el sábado 23 de julio recibí sorpresivamente la comunicación de parte de Floralva Carvajal, la jefa de los Técnicos del policlínico, de que Lázaro, jefe de Recursos Humanos, le había dicho que me comunicara que si el jueves no le llevaba el documento de matrícula de la residencia causaba baja. Inoportuno mensaje, pues el 24 fue domingo y 25, 26 y 27 eran de receso laboral».

En busca de solución, como su licencia estaba autorizada y ya la situación que la provocó estaba superada, Laura hizo gestiones desde ese día para obtener el documento con las autoridades docentes: el doctor Learsis Campello, jefe del Departamento de Estomatología General Integral; la doctora Capote, profesora, y la doctora  Lourdes Hernández, metodóloga, todos de la Facultad Miguel Enríquez. Y le explicaron que la Facultad estaba cerrada hasta fines de agosto, cuando podría hacer los trámites de su rematrícula.

Laura se reunió con el Jefe de Recursos Humanos, y posteriormente con el Director del Policlínico, las secretarias del PCC y del sindicato allí. Y supo que el 22 de julio fueron el Director y el Jefe de Recursos Humanos a una reunión en la Dirección provincial de Salud. El Jefe de Recursos Humanos le comunicó que ella no estaba ejerciendo como residente, sino como estomatólogo general básico (EGB), pero le estaban pagando como residente desde enero. Era una violación que el Jefe de Recursos Humanos cometió, porque a él la responsable docente, la Dra. María Antonia, le informó tardíamente, en abril. Por ello, se le pagaría el mes de julio como estomatóloga general básica, y causaría baja laboral el 30 de julio. Y hasta que no obtuviera el documento, no podría incorporarse.

«He sido despedida tajantemente, dice, a pesar de tener una baja temporal docente aprobada por una institución del propio Ministerio».

Le argumentan que es problema de plazas: el policlínico no tiene plaza aprobada de estomatólogo general básico, pues el Minsap no admite estomatólogos no especializados. «Como si eso no pudiera ajustarse, pues son orientaciones de arriba», comenta.

El Jefe de Recursos Humanos señaló que él nada tiene
que ver con regulaciones del área docente (licencias temporales de residencia), lo que evidencia una descoordinación entre las áreas, añade. Ella solicitó la Resolución que sustenta su despido, y arguyeron que es orientación de la Dirección Provincial de Salud, pero no se la pudieron entregar.

«Nadie me preguntó, dice, para apoyarme, cómo iba a afrontar mi economía a partir del despido. ¿Cómo es posible que una licencia docente no sea respetada mediante una conversión temporal de plaza, a EGB, por ejemplo, hasta que el residente se pueda incorporar? ¿Y si es una madre con hijos pequeños o un profesional con familiares enfermos, o padece de una enfermedad temporal no incapacitante u otro problema? ¿Van a ser desempleados los médicos y estomatólogos que necesiten interrumpir temporalmente su residencia por razones justificadas? La realidad no cabe en resoluciones ni instrucciones “cuadradas”.

«Mi servicio social termina el 9 de septiembre de 2022, de manera que ni puedo contratarme en otra entidad como técnico de nivel superior temporalmente, hasta que me reincorpore a mi profesión. Posiblemente el problema es más grave, y mi desempleo involuntario y la interrupción del servicio social puedan prolongarse, pues según me informó la Dra. Lourdes Hernández, profesora de la Facultad, las matrículas tal vez se reinicien en octubre o noviembre. «Hoy me embarga la frustración», se lamenta.