Acuse de recibo
Hay desatinos que a estas alturas no deberían suceder, so pena de frustrar a un joven profesional. Por eso Mircia Negrín Atencio (Víctor Morales No. 48, reparto La Marina, Media Luna, Granma) denuncia la experiencia lamentable que tiene su hija Dayai Arlen Ortiz Negrín, recién graduada de ingeniería Informática, con la ubicación laboral para el servicio social.
Refiere Mircia que el 26 de enero pasado, Dayai se graduó de ingeniera informática. Le entregaron su título y la boleta de ubicación para el Banco de Crédito y Comercio (Bandec) en el municipio. El 3 de febrero la muchacha se presentó allí en la mañana y la atendió la jefa de Recursos Humanos, quien le solicitó que regresara a las dos de la tarde, pues la directora no se encontraba. Así lo hizo, y la misma persona que le había atendido le dijo que ella no podía cumplir allí su servicio social, porque esa entidad no había solicitado ingenieros informáticos.
La madre fue a la Dirección Municipal de Trabajo y contó lo sucedido a quien la atendió. Incluso, le expresó que no era necesario que ella pasara su servicio social
allí, pues podía ser en otro lugar donde fuera bien recibida. Además, le dijo que el lunes 7 se reunían y le darían solución al caso. El 7 en la tarde Mircia llamó y le informaron que la recibirían en la ONAT, pero primero tenía que ir a Bandec para pedir una carta de liberación, y junto con una de aceptación que tenían que darle en la ONAT, Dayai debía ir a la Dirección Provincial de Trabajo para que le hicieran el cambio.
«Mi hija se presentó en Bandec a solicitar su carta de liberación el 8 de febrero; y hoy 28 de febrero todavía no hay respuesta de nada. Ya ha pasado el mes en que se le otorgó su boleta de ubicación y nada. Escribí a Atención a la Población de la Dirección Provincial de Trabajo y del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, y ni una explicación.
«¿Por qué una simple carta de liberación puede demorar tanto? Imagine que para la de aceptación sean 20 días más. ¿Por qué mi hija no está pasando su servicio social ya?», concluye.
Carol Malmierca González (calle 18, entre 101 y 99, Cotorro, La Habana) escribe en nombre de los trabajadores de la tienda en MLC El Compás, de Cimex S.A. en ese municipio; y lo hace para plasmar la inconformidad del colectivo con el horario laboral asignado a ellos desde finales del pasado año.
Refiere que, teniendo en cuenta la flexibilización de medidas con respecto a la COVID-19, entonces se decidió ampliar el horario de servicios en varios establecimientos de las cadenas Tiendas Caribe y Cimex, extendiendo estos hasta 12 horas laborables (de 10:00 a.m. a 10:00 p.m.) para cada jornada de lunes a domingo.
Para ese horario dispuesto, dice, no se tuvieron en cuenta factores claves que en un mediano plazo provocarían descontento entre los trabajadores y conllevarían un significativo gasto de recursos al país.
«La realización objetiva de más horas laborales a la semana, expresa, aparte de la no correspondencia entre ellas y el salario bruto devengado mensualmente, la consideramos una flagrante violación del Artículo 74 inciso a), plasmado en la Sección Primera del Capítulo VII de la versión actualizada de la Ley No. 116, Código del Trabajo».
Y recuerda textualmente que dicha ley prescribe que «la jornada de trabajo diaria es de ocho horas y puede llegar en determinados días de la semana hasta una hora adicional, siempre que no exceda el límite de 44 horas semanales».
Y pregunta: «¿Quienes aprobaron la extensión del mencionado horario tienen familias? ¿Tienen pleno conocimiento de la situación actual del transporte en el país, como para dictaminar la extensión de un horario que no solo desgasta de manera física, sino también sicológica y socialmente?
«Evidentemente, los directivos que aprobaron el mencionado horario, no tienen una concepción clara del tiempo de descanso y necesidades personales para recuperar las energías, según el Código del Trabajo. Sabemos de otras unidades de ambas cadenas que están en la misma situación y han expresado su inconformidad con el horario mencionado, a las que instancias superiores han hecho caso omiso. Y de otros casos específicos, que sí les han reducido y reajustado los horarios ante tales justos reclamos», termina.