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Inass debe responder por ello

Desde la ciudad de Bayamo, el pasado 15 de junio, Lissell Fontelo Danta narró aquí las gestiones infructuosas para que su mamá cobrara su jubilación, como le corresponde.

Contaba que a raíz de que su mamá se mudara para Bayamo, se dirigió a la filial municipal del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass) y le hizo el cambio de dirección a ella y a su abuela. Y comenzó a cobrarles sin problemas con sus carnés de identidad. A la abuela le hicieron una tarjeta, y así cobraba su pensión. Pero a su mamá nunca le llegó, a pesar de que fue al Inass y averiguó. Le dijeron que el sistema era nacional y La Habana era la encargada del trámite.

Al aparecer las nóminas digitales, refería, su mamá cobraba normalmente. Iba cada dos meses en ocasiones, pues tiene problemas para caminar por una fractura de cadera y por la situación de la COVID-19. En febrero de 2021 fue a la sucursal de Bandec donde cobraba, y descubrió que no aparecía por ninguna parte, con total desconocimiento de los trabajadores del Banco. Le indicaron que fuera a la filial del Inass porque al final no le pudieron dar respuesta por teléfono.

Fue Lissell, y descubrió que a su mamá le habían hecho una tarjeta magnética en una sucursal del Banco Metropolitano de ¡La Lisa, en La Habana!

«Desde principios de abril la Sucursal 7472 del Banco, adonde me mandaron en el Inass, está pidiendo la transferencia de solo los dos primeros meses, decía. Debe ir por el pedido número diez y nada. Todavía mi mamá, que tiene una pensión de solo 1 070 pesos por viudez no ha podido cobrar. Y el Banco le cobra 20 pesos por cada transferencia mensual por algo que no es su culpa. No le mandan el dinero, y no la cambian para una nómina electrónica, mientras la tarjeta tenga dinero, allá en La Lisa», concluía.

El pasado 2 de noviembre respondió Karelia del Portillo Raveiro, jefa del Departamento de Atención a Quejas y Reclamaciones del Banco Metropolitano (BM), que ese caso no le corresponde responder al BM. Y añade que contactaron con Dinorah Vento Acosta, jefa del Departamento de Control de Pensiones del Inass central, quien les informó que la queja será respondida por ese Instituto.

Y aclara que la jubilada en cuestión actualmente no es cliente del Banco Metropolitano, pues cobra en la sucursal 7472 del Banco Popular de Ahorro en la provincia de Granma, y según la hija hace muchos años que reside en esa provincia.

Agradezco la respuesta, y solo queda esperar por que el Inass esclarezca esta extraña historia.

Responsabilidad con amor

Aunque hay criterios de que aquí no deben publicarse los elogios a actitudes positivas, pues al final son el deber de cada quien, opto siempre porque, entre tantos problemas, se reconozca a los efectivos y cordiales.

Cuenta Orlando Olano Guevara desde la ciudad de Las Tunas que el 1ro. de noviembre fue a las oficinas de la Empresa Eléctrica allí a radicar una queja sobre supuesto cobro en exceso del consumo de electricidad de su hermano, quien está imposibilitado de ir allí por falta de visión.

Afuera había una mujer, que él supuso era una empleada. Informalmente le preguntó qué debía hacer para que revisaran el consumo de su hermano. Muy amable, ella le escuchó y orientó sobre el reporte a cumplir. A la vez, le tomó los datos y dijo que a la mayor brevedad posible se enviaría a un inspector a revisar el asunto.

«Ya en retirada, dice, le pregunté su nombre, porque me llenó de regocijo y confianza tan amable atención. Me dijo: Geylis. Y al indagar el área que atendía, modestamente me refirió: soy la administradora del centro.

«Calidad en la persona, señala Orlando. Pido que se haga público ese comportamiento institucional. Lo hago motivado por el reciente resumen presentado por usted sobre las respuestas a las quejas publicadas, que no están en correspondencia con la labor que les corresponde. Gracias a  Geylis por ponerle amor a su responsabilidad», termina.

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