Acuse de recibo
El pasado 7 de abril reflejé aquí la carta de Yuriannys Aguilar Alcolea (calle Andrés Moreno, No. 41, Máximo Gómez, Matanzas), en la cual manifestaba que desde hace un buen tiempo en ese poblado se interrumpía el servicio eléctrico a cualquier hora; pero especialmente en horario de preparar la comida o en la madrugada.
«¿De qué sirve que ahorremos electricidad si no hay respeto para con nosotros?: Es el quita y pon de la corriente, que incluso ha roto varios equipos electrodomésticos. Solo queremos respuesta y que alguien nos explique por qué sucede esto», concluía.
Al respecto, responden Jesús Rey Pérez Crespo, director general de la Empresa Eléctrica Matanzas; Naylett Pentón Crespo y Melissa Delgado Díaz, directora y especialista, respectivamente, del Centro Integral de Atención al Cliente de esa empresa.
Refieren que «como parte de la investigación fue entrevistada la cliente el 15 de abril del presente año. La promovente plantea que no realizó reclamación a la prensa y que desde el mes de noviembre de 2020 mejoraron las condiciones del servicio eléctrico después de los trabajos realizados por el contingente; quedando conforme con la atención brindada por la Empresa».
Y termina afirmando que «la queja se declara Sin razón, y queda solucionada».
Agradezco la respuesta, pero aclaro que dicha carta llegó a nuestra dirección electrónica. Trabajamos solo con la verdad y por la verdad, a juego limpio. A nadie podría ocurrírsele que inventamos misivas, con nombres y apellidos y direcciones reales de los remitentes.
Aquí hay solo dos posibilidades: una, que la remitente, luego de enviar la carta, se arrepintiera de ella y la negara, ante la visita de los funcionarios de la Empresa Eléctrica. La otra, que alguien hubiera usurpado nombre, apellidos y dirección de esa persona, y enviara la carta desde una dirección electrónica.
Ojalá que fuera la segunda variante, aun cuando habría que manifestar que la deshonestidad y la cobardía de usurpar otra identidad para denunciar algo será siempre censurable e inaceptable en esta columna.
Y de la primera variante no quiero ni opinar, para no desbordar los límites de decencia y respeto de esta sección. Pero en cualquiera de los dos casos, es muy lamentable que alguien vulnere la confianza a priori que delegamos en los ciudadanos que nos escriben y se burle de nuestra propia inteligencia.
Manuel Alfredo Jústiz Cutiño (José Miguel Gómez No.81, entre Caridad y General Benítez, Manzanillo, Granma) sigue esperando porque Tu Envío Guantánamo le haga justicia y aplique el ordenamiento monetario para con él.
Cuenta que en diciembre de 2020, cuando todavía no había fenecido el CUC, realizó compras virtuales en esa moneda en Tu Envío Guantánamo. Y tres meses después le informan de la cancelación de sus compras. El 22 de marzo él envió la primera reclamación, que generó ticker 337168; y el 1ro de abril la segunda, con ticker 407410.
«En ambas, afirma, se relataba error en la devolución del valor de las compras correspondientes, ocho en total: tres en la primera reclamación y cinco en la segunda, detallas en correo enviado a Tu Envío Guantánamo, ya que las compras fueron pagadas en CUC y al cancelar y devolver, lo que se me reintegró fue el monto del combo pero en CUP, sin hacer la correspondiente conversión de CUC a CUP.
«Yo confeccioné la reclamación según me orientaron en Tu Envío Guantánamo y aún no se resuelve el problema, continúa corriendo el tiempo. Se dieron seis meses para los cambios del CUC al CUP, ya estamos venciendo ese período y no veo una claridad en este asunto. Aún estoy a la espera de la respuesta, como mismo me dijeron que la incidencia fue reportada inmediatamente al Centro Nacional de Datos; pero todavía no se han proyectado en resolver definitivamente esta situación», concluye.