Acuse de recibo
Arian Ramírez Fernández (Avenida 97, no.7405, apto. 1, entre 74 y 76, Güira de Melena, Artemisa) comienza su carta denotando su incomodidad ante situaciones que nos impiden avanzar y progresar sin trabas como ha llamado nuestro Presidente.
Y va al grano, al abordar el candente tema de la elaboración de tarjetas magnéticas AIS por parte de Fincimex, a partir de la modalidad de compra en moneda libremente convertible (MLC), con el objetivo de captar divisas en una situación económica tan delicada y agravada por la COVID-19.
Refiere que al momento en que se realiza la solicitud de dicha tarjeta magnética, se supone que Fincimex contrae un deber con los clientes. Brindan teléfonos y direcciones electrónicas desde los cuales nadie responde.
«¿Por qué perdernos en un recoveco que nada tiene que ver con el bloqueo estadounidense: sencillamente contestar un teléfono y brindar información? Han transcurrido más de 15 días desde que se realizara la solicitud para recoger esa tarjeta, y aún no sé si estará lista. ¿Qué puede aportar Fincimex a los clientes sobre este tema?», concluye Arian.
El pasado 23 de junio, desde Santos Suárez, en el municipio capitalino 10 de Octubre, la anciana Ileana Cino contaba que vive sola, y su teléfono estaba interrumpido y reportado a Etecsa desde el día 3 de ese mes.
«Sé que quizá haya muchas roturas y esto pudiera justificar el hecho de que 15 días después, aún no hayan venido a repararlo, afirmaba. Pero me llama la atención que en varias ocasiones he visto el carrito de Etecsa trabajando en mi cuadra o en la próxima, les he preguntado si tienen mi orden y me dicen que no, que espere. ¿Hasta cuándo tendré que esperar para que mi solicitud sea atendida?
«En cualquier caso tener el teléfono roto para una persona que vive sola es un problema. Pero en este contexto de aislamiento social lo es mucho más», terminaba Ileana.
Al respecto, responde Aymé González Hernández, directora de Protección al Consumidor de Etecsa, que el servicio telefónico se le restableció a Iliana un día antes de lo publicado, el 22 de junio. Y explica como causas las intensas lluvias y descargas eléctricas, fenómeno típico de esta época del año, que provocó la afectación de un gran volumen de cables y casi la totalidad de los servicios que estos soportan, en el Centro de Telecomunicaciones que atiende la zona de residencia de la usuaria.
Refiere que ese tipo de interrupción es altamente compleja, y requiere un trabajo de envergadura en la red de telecomunicaciones, que hace que se dilate la reparación de los servicios. Y afirma que se le realizó el ajuste correspondiente a la cuota, por días sin servicio.
Lázara de la Caridad Torriente Borbón (Línea no. 59, apto. 1, entre M y N, Vedado, La Habana) cuenta que su abuela tiene una radical de mama con metástasis en el pulmón, y agrandamiento en el corazón, que comprime el estómago, con mucha falta de aire.
En el hospital Hermanos Ameijeiras le prescribieron un balón de oxígeno, y cuando fueron a tramitarlo en el policlínico Rampa, les informaron que hasta que no tuvieran el regulador no podían darles el balón.
«¿Dónde conseguimos un regulador de oxígeno, cuando eso no lo venden en ninguna farmacia?», pregunta.