Acuse de recibo
El pasado 2 de julio, y desde la Habana Vieja, Luis Calvo Anceamue narró sus gestiones infructuosas para que se rescatara el servicio wifi en el Parque Cristo de ese municipio habanero, interrumpido por un incendio, diez meses atrás, en un pequeño local del mercado homónimo de la cadena Caribe, donde estaban los equipos que daban ese servicio.
Luis contaba que a los cuatro meses del siniestro contactó con la oficina de Etecsa que atiende los puntos wifi públicos, en Águila y Dragones. Allí le explicaron que se había catalogado el suceso como «catástrofe. Y que a las 48 horas tenían el equipamiento nuevo para instalarlo; pero el mercado tenía que reparar mínimamente el local para ello.
Y en el mercado le indicaron que no tenían cómo asumir la tarea, que implica colocar una división para delimitar el área y pintar las paredes con la huella del incendio. Luis se brindó para asumirlo, y le dijeron que no podía hacerlo. Fue a la Sucursal de Tiendas Caribe en La Habana Vieja, y no pudo hablar con el director. Y las respuestas de quien lo atendió demostraban desinformación en cuanto a lo que había que hacer en el lugar dañado, decía.
Había desconexión, afirmaba, con los encargados de la instalación de los equipos, en ese caso Etecsa. Luis fue al departamento de Atención a la Población del Gobierno municipal de La Habana Vieja. Hizo la historia de todas sus gestiones, tomaron nota, y aún él esperaba respuesta cuando escribió a esta sección.
Llevo ocho meses haciendo gestiones que no me competen, añadía, sin resultados evidentes, y sufriendo un peloteo inadmisible por todos los implicados en este problema.
«¿Por qué razón no se ha ejecutado esa pequeña reparación del local en casi un año, trayendo consigo afectaciones a la economía cubana y creando malestar en la población, privándola de un servicio esencial? Y ese hecho ocurrió varios meses antes de la pandemia. No existen justificaciones», concluía.
Al respecto, responde Aymé González Hernández, directora de Protección al Consumidor de Etecsa, que, como bien dice Luis, luego del incendio se retiraron los equipos debido a los daños provocados, y a las 48 horas ya se contaba con un nuevo equipamiento. Se comprobó también que existía en nuestro sistema de reclamos, una incidencia con fecha 13 de enero de 2020, la cual cerraron por no contar con un contacto del reclamante.
Sin embargo, añade, Luis fue atendido por una funcionaria de la División La Habana en el edificio de Águila y Dragones. Se le explicó que el restablecimiento del servicio estaba pendiente por la reparación del inmueble.
Después del siniestro, precisa, Etecsa se mantuvo en contacto con la entidad a cargo de la reparación del local, y evaluó otros lugares que cumplieran con las condiciones para el restablecimiento del servicio. Ese proceso, afirma, se truncó fundamentalmente por las medidas de aislamiento social a raíz de la Covid-19, con el consiguiente aplazamiento, ya que implicaba contar tanto con recursos humanos como materiales para su ejecución. De mantenerse el mismo local se requería también la intervención de otras entidades.
A partir de la flexibilización de algunas medidas en la fase de recuperación en que se encuentra la capital, refiere, y en específico el municipio de Centro Habana, se realizó un nuevo examen al lugar afectado y se pudo comprobar este aún no cumplía con las condiciones técnicas y de seguridad para el cuidado y resguardo del nuevo equipamiento. Se visitaron los locales anteriormente identificados y se firmó un acuerdo de colaboración con la empresa Nodo Bernaza de la Oficina del Historiador.
Señala finalmente que el pasado 10 de julio, con un trabajo intensivo de las áreas de la empresa implicadas en la puesta en marcha de un sitio wifi, quedó en funcionamiento este. Y el 16 de julio fue visitado Luis por funcionarios y directivos de la División La Habana de Etecsa. Se le explicó lo antes expuesto y le ofrecieron disculpas por las molestias que involuntariamente se ocasionaron.
Se agradece la respuesta y la restitución del servicio. Si Etecsa respondió, ¿por qué Tiendas Caribe, encargada de preparar el local, aún no lo ha hecho? ¿Por qué el Gobierno de La Habana Vieja dejó a Luis esperando por una respuesta y no se pronuncia al respecto?