Acuse de recibo
EL 17 de noviembre de 2018, y desde Cristino Naranjo, en el municipio holguinero de Cacocum, Yanet Ramírez López exigía aquí su título de Licenciada en Laboratorio Clínico, luego de tres años de graduada y con más de dos reclamándolo.
Contaba que se graduó en 2017 y por problemas familiares entonces no pudo recoger su título. Seis meses después fue a buscarlo y no aparecía. La Secretaria de la Facultad de Ciencias Médicas le entregó un hago constar acreditativo del título, remitiendo al tomo, folio y número del Libro de Registro.
Yanet siguió insistiendo, y siempre le daban una explicación: que todo se está tramitando, que siga llamando, y otros argumentos. Lo cierto es que nunca tuvo respuesta.
Cuando me escribió, con mucha preocupación, porque estaba expedientada ya para cumplir una misión de colaboración fuera del país, preguntaba: «¿Hasta cuándo será la espera?».
Al respecto, responde la doctora Katia María Ochoa Aguilera, directora provincial de Salud en Holguín, que la comisión creada para investigar los hechos se entrevistó con Yanet, y con directivos y trabajadores de la Universidad de Ciencias Médicas (UCM) de Holguín que tenían que ver con el asunto; aparte de la correspondiente revisión documental.
Se constató, refiere, que Yanet acudió en varias ocasiones a la Secretaría Docente de la UCM a solicitar su título, sin solución a su demanda, aunque contaba con un certifico foliado que le facilitaba los trámites laborales y para cumplir su misión de colaboración en el exterior.
«Se evidenció, expresa, falta de comunicación entre los funcionarios de la Secretaría y la promovente, lo que propició fueran emitidas respuestas verbales y telefónicas, sin definir la fecha de la recogida del título, incidentes que motivaron la insatisfacción».
El pergamino estaba confeccionado, y en el archivo pasivo de la Secretaría, pues no había sido entregado a Yanet el día de su graduación por presentar ella problemas familiares. Pero hubo morosidad en el proceso de entrega.
Añade que fue esclarecida la preocupación de Yanet por estar expedientada y con pasaporte para salir a cumplir misión en Venezuela, donde no es limitante no poseer el título: Solo con la presentación de un certifico emitido por la Secretaría de la Universidad, se tramita su salida, la cual ya se materializó; aparta de que ella ya posee su título de Licenciada.
«Calificamos la queja con razón, refiere, toda vez que faltó atención, información y entrega oportuna del título a la trabajadora. Y ante los incumplimientos identificados, se aplicaron las siguientes medidas: A la secretaria docente, una amonestación ante el consejo de dirección de la referida institución; y a las funcionarias implicadas una amonestación pública ante el colectivo laboral donde se desempeñan».
Se adoptaron medidas organizativas que permitan una mayor organización en la entrega de títulos pendientes, por no recogida oficial; y se le ofreció respuesta a Yanet, quien mostró agradecimiento por la atención, concluye.
Ojalá no se repita tan lamentable suceso con un título, el fruto de la tenacidad y muchos sacrificios, con un valor sentimental para quien lo recibe.
El 19 de enero, Juan Alberto Rodríguez, paciente infartado con tratamiento de Enalapril, y con tarjetón, contaba aquí que en la farmacia donde está censado, en Máximo Gómez esquina a Calixto García, en la localidad matancera de Colón, el mismo día que comienzan a despachar el medicamento se acaba, y quedan pacientes sin adquirirlo.
Y lo contrastaba con otras farmacias de Colón, donde se mantiene en venta hasta por una semana o más.
«¿Quién puede detallar lo que no se concibe? Al menos las explicaciones que he recibido en la farmacia no me convencen a mí, y creo que a nadie», manifestaba.
Aunque estamos a la espera de la respuesta oficial, Juan Alberto volvió a escribir para manifestar su gratitud a David Mendoza, quien vive en Antilla, en la provincia de Holguín, quien al leer la queja publicada contactó con él y le envió Enalapril.
«¡Qué orgullo haber nacido en esta hermosa isla!», expresa Juan Alberto.