Acuse de recibo
Eddy Rodríguez García, obrero de la Brigada Constructora de Viviendas Mayarí, de la Empresa Constructora Integral 3 (ECI-3) Moa, cuenta que desde el 20 de octubre de 2013 está adscrito al seguro de vida con la Empresa de Seguros Nacionales (ESEN), mediante la modalidad de contratación colectiva optativa, un descuento mensual en su salario.
El 23 de octubre de 2016 sufrió una lumbociatalgia aguda postraumática y presentó certificados médicos a la ESEN, para la indemnización correspondiente. Tras esperar —el agente del Seguro le decía que no había problemas—, el 13 de enero 2017, la ESEN le informó que no tenía derecho a la indemnización, por estar en impago al momento del suceso (23 de octubre), pues la ECI-3 desembolsó el 24 de octubre, fuera del término establecido.
Reclamó el 16 de enero de 2017 a la ECI-3 por considerar que era la responsable de emitir el cheque antes del 20 de octubre (establecido en el convenio con la ESEN). Y porque se le había descontado desde el 12 de ese mes.
El 27 de febrero de 2017, recibió respuesta del director adjunto de la ECI-3: declaró sin lugar su reclamación, pues sí habían emitido el cheque en tiempo (día 17), y fue recogido por la ESEN el 26 del propio mes.
El 7 de marzo reclamó al director de la ESEN Holguín, con los documentos requeridos, en los cuales explicaba que no era su responsabilidad, por estar en una contratación colectiva optativa, y porque pagaba a partir del descuento por nómina todos los días 12 de cada mes.
El 19 de julio recibió respuesta del director general de la ESEN: Negó su reclamación, aduciendo impago. Así, Eddy se dirigió a Atención a la Población de la ECI-3. Y el 2 de noviembre de 2017 recibió carta de su director, declarando sin lugar la reclamación.
«Ante la negativa, tanto de la ESEN como de la ECI-3 Moa, eludiendo la responsabilidad de mi indemnización, quisiera que alguien que conozca o tenga que ver con esto, me aclare si esas empresas tienen la razón, si tengo derecho o no a la indemnización» concluye Eddy.
El pasado 15 de agosto, Lisbey Suárez denunció la falta de agua en el poblado Manaca Iznaga, en Trinidad; pues se abastecían de un pozo cercano, pero hacía más de dos años la turbina se averió. Y otra que se instaló duró dos meses.
En 2017, decía, se informó en una reunión con representantes del Gobierno provincial que la causa no era la turbina, sino el pozo, pero no había presupuesto para la perforación de este: Debían esperar a 2018 para ello. «Aún sufrimos el desabastecimiento de agua, decía, y no tenemos respuesta. Supuestamente existe el carro pipa, pero en lo particular solo he recibido ese servicio una vez en todo este período. En ocasiones es vendido a diez CUC».
Hace unos dos meses, apuntó, el director provincial de Acueducto explicó en la radio provincial que el problema de Manaca Iznaga era de turbina, y se resolvería en pocos días. Pero seguía igual. Y los vecinos tuvieron que perforar pozos artesanales para consumir agua, sin apenas ser probada y mucho menos tratada.
Ahora responde Ángel M. Suárez Díaz, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Sancti Spíritus, que al salir la queja aquí, ya esa entidad «había realizado acciones para resolver el problema de la comunidad que, aunque de cierta forma no llegaron a satisfacer la situación, sí estaban encaminadas a solucionar definitivamente el escenario que se presentaba».
Meses atrás, señala, se había limpiado el pozo y montado una bomba, pero no dio el agua necesaria. Así, se perforó uno nuevo de 40 metros de profundidad, el cual fue aforado por Perforación de Recursos Hidráulicos de Villa Clara.
Se crearon las condiciones para el montaje de la bomba, afirma, y se fundió la base del nuevo pozo, además de incrementarse un tramo de conductora. Concluidas esas labores, y ya publicada la queja en Acuse… se instaló una bomba de 21 litros por segundo, y un equipo de cloro, restableciéndose el servicio.
Explica Ángel que como Lisbey cumple misión en el exterior como médico, concluidos los trabajos se contactó con su mamá, quien expresó: «La comisión de Acueducto me ha visitado para informarme con mucha disciplina…Era una preocupante de toda la zona. Sabemos que todo estaba encaminado, pero no se le daba terminación, y estábamos más que afectados y la zona muy irritada. Ahora estamos muy satisfechos con el trabajo y la dedicación que se ha realizado. Ahora lo que nos queda es cuidar lo que tenemos y hemos logrado».