Acuse de recibo
El pasado 23 de mayo, María del Carmen Mendoza Blanco contaba aquí que su casa fue declarada derrumbe total a raíz del paso del ciclón Sandy en 2012 por Santiago de Cuba, y así se clasificó en el expediente radicado ante la Dirección de Vivienda y el Gobierno municipal.
Refería que la vivienda, casi inhabitable, tiene el techo deplorable, así como las paredes, piso, cuartos y cocina. Y también en mal estado el baño y la red sanitaria. Y manifestaba su insatisfacción con las respuestas brindadas a partir de los trámites hechos con el Gobierno y la Dirección de Vivienda en el municipio. Pero lo peor, según ella, es que el expediente susodicho no aparecía en ningún sitio.
«¿Es que acaso nadie tiene control sobre lo que se escribe legal y formalmente? ¿A quién más tengo que dirigirme para tratar de resolver el problema de mi familia, o definitivamente correr el riesgo de que la casa se nos venga encima y nos mate a todos?», cuestionaba la remitente.
Al respecto responde Elsa María Carrión León, presidenta de la Dirección Ejecutiva del Distrito Antonio Maceo de Santiago de Cuba, quien relata que se entrevistaron con María del Carmen, visitaron su casa y confirmaron la pésima situación constructiva de esta.
Afirma que el caso no se encontraba registrado en la Dirección Ejecutiva del Distrito, estructura de Gobierno que está por debajo del municipio en esa ciudad. Y por ello, aduce, «se desconocía, y así quedó definido en la entrevista con la recurrente y el padre, Reynaldo Mendoza de la Paz, quien alegó que hacía tres años había acudido a la Dirección Ejecutiva y al Consejo Popular en dos ocasiones, aunque no mostró constancia de ello; y luego de esto, no realizó ningún otro trámite».
Y expresa: «Teniendo en cuenta los argumentos expuestos, y la revisión del caso, se informó que existe en el Consejo Popular de Altamira expediente que acredita que está registrada la vivienda de la recurrente como afectada, por haber sufrido derrumbe total con el paso del huracán Sandy, lo cual consta en el libro en la primera versión con el número 348, y en la última con el 624. En la circunscripción está registrada con el número 12, y en las prioridades del Consejo Popular con el 63. Todo esto se le mostró a María del Carmen, por lo que no es real que los documentos estuvieran perdidos».
Y refiere que «luego de mostradas las evidencias del control de su caso a nivel de la comunidad, se le explicó que aún y cuando son afectados, y se les va a entregar su vivienda, tienen que esperar por el orden de prioridad establecido por el Consejo Popular, cumpliendo con la política y procedimiento para el otorgamiento de vivienda».
Concluye expresando que «por lo antes expuesto el caso quedó orientado, le asiste la razón en parte y mostró conformidad con lo expuesto».
Agradezco el interés en responder y esclarecer, pero no queda claro en qué parte de su alegato no tenía razón María del Carmen, si continuaba damnificada y sin solución.
Si el expediente no se extravió y estaba en el Consejo Popular, ¿por qué no se le informó en todo este tiempo, y ahora es que se precisa? ¿Dónde se extravió la atención al caso, al punto de que María del Carmen estaba angustiada y desesperada? ¿Por qué no le explicaron mucho antes esos pormenores de los escalafones? ¿Por qué un damnificado con derrumbe total tiene en la primera versión del libro el número 348, y en la última el 624?
La Política de comunicación aprobada recientemente por el país implica que las entidades gubernamentales y estatales informen con transparencia y esmero a los ciudadanos, para evitar molestias y reservas de personas como María del Carmen.