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Doblemente morosa

El 5 de noviembre de 2017, desde Arroyo Frío, kilómetro 1, carretera José María Pérez, municipio villaclareño de Camajuaní, Maikel Acosta Turiño narraba el grave problema de su hija de seis años, operada de un neuroblastoma y de una gangliosis de colon hace cuatro años.

La niña sufre incontinencia fecal, lo que compromete su calidad de vida y la asistencia a la escuela, contó. Y se consulta cada cuatro meses en el hospital pediátrico José Luis Miranda, de Santa Clara. La casa donde viven se está quedando sin piso. El techo fue dañado por un huracán.

Maikel acotaba que solicitó un subsidio hacía dos años y medio, y le otorgaron un solar a tres cuadras de la escuela de la hija. Pero del subsidio, nada en concreto. «Siempre le dicen que ella es prioridad, pero se lo han otorgado a otras personas con menores urgencias y problemas», decía.

«Tengo necesidad de acercarme a la escuela, señaló, ya que la niña viaja cuatro veces al día y vivimos a un kilómetro de la misma. Tenemos que estar dándole vueltas a cada rato por su incontinencia fecal. Ya no sabemos qué hacer, llevamos mucho tiempo esperando», precisó.

El pasado 12 de abril, a más de cinco meses de la queja revelada, fue que llegó a esta sección la respuesta de  Pedro Concepción Rodríguez, vicepresidente del Consejo de la Administración Municipal (CAM) de Camajuaní, en una carta fechada nada menos que el 13 de diciembre de 2017: serios problemas de desfase de fechas.

Precisó Pedro que una comisión integrada por él, así como por los directores municipales de Vivienda y de Trabajo y Seguridad Social, investigó el caso y confirmó los padecimientos de la niña, y que es una familia de tres miembros en una vivienda rústica, de madera, piso de cemento en mal estado, edificada de forma ilegal en una zona insalubre, causas por las que no procede su legalización.

En 2015, refirió, el CAM aprobó el único solar que tenía Planificación Física registrado, ubicado al lado del taller de los ómnibus de Camajuaní. Y la familia no lo aceptó, exponiendo que por prescripción facultativa la niña no debe residir allí junto a la contaminación y el ruido.

En julio de 2017, proseguía, se le asignó una parcela cerca de la escuela de la niña, y fue cuando presentó la solicitud de subsidio. El expediente llegó al CAM en agosto, y en septiembre llegó el huracán Irma, y ello implicó detener la autorización de esos trámites y dirigir los esfuerzos fundamentales hacia los damnificados.

Pero añadió que la casa de Maikel también fue afectada por Irma, «por lo que su expediente será objeto de análisis en el Consejo de Defensa, con el propósito de aprobarle el subsidio por ser un núcleo familiar insolvente». Y acotó que, por medio de los trabajadores sociales, se le asignó a la familia un refrigerador, y el tratamiento de la niña es periódico en el Pediátrico de Santa Clara.

La comisión declaró la queja «con razón en parte» y «pendiente de solución». Y aclara que, «al no proceder la aprobación del subsidio en el lugar donde residen, por no reunir la zona las condiciones para construir, y por tanto, no resultar  aprobada por Planificación Física para autorizar las nuevas edificaciones, hasta tanto se definiera una parcela, este no podía ser objeto de análisis en el CAM».

Y arguye que al ser beneficiado en julio de 2017 con el terreno, fue en agosto cuando Maikel presentó la solicitud de subsidio, y se abrió en la Dirección Municipal de la Vivienda su expediente, sin haber sido sometido a consideración del CAM aún, como está establecido para su aprobación.

Finalmente, manifiesta que «al comprobarse que resultó afectado el referido inmueble al paso del huracán Irma, el Consejo de Defensa de la zona lo tiene controlado con el objetivo de colegiarlo y aprobarle un subsidio, por ser insolventes, y así puedan ejecutar la obra nueva por esfuerzo propio».

Lamento que, por reflejar la respuesta al detalle, no me quede espacio para comentarla. Lo dejo a consideración de los lectores, y solo señalo que esta carta fechada el 13 de diciembre de 2017, y enviada a JR ¡el 12 de abril de 2018!, es doblemente morosa y fiambre. ¿Qué habrá sucedido desde entonces?

Teniendo en cuenta lo sensible y duro del caso, ¿por qué si ya en agosto de 2017 Maikel pudo presentar la solicitud de subsidio con todas las de la ley, y su casa fue dañada  por Irma en septiembre, aún el 13 de diciembre el CAM no había considerado su caso para aprobar el subsidio? Así no se responde…

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