Acuse de recibo
Desde Bejucal, en la provincia de Mayabeque, escribe Disney Hernández Iglesias, residente en calle 10 No. 1504, entre 15 y 17, para narrar las calamidades que se sufren allí con el suministro de agua.
Cuenta la remitente que hace tres años la turbina de la localidad comenzó a tener problemas; y ya hace año y medio las roturas son tales que están tres días con algo de agua y 27 sin una gota. Y al momento de escribirme Disney, llevaban mes y medio sin agua.
Lo preocupante, según la lectora, no es solo la menesterosa situación, sino que las autoridades competentes en el municipio no dan respuesta a la problemática.
«Sin embargo —señala— hay una parte del pueblo donde no falta el agua: el área donde hay piscinas particulares. Entonces, es de todos sabido que cuando alguien se exalta más de lo normal, hacen un juego de llaves y abastecen media hora solamente de agua, generalmente en el horario en que las personas están trabajando.
«Me pregunto: si con un simple juego de llaves el agua nos puede llegar, aunque sea con menor fuerza».
En tal sentido, afirma Disney que los pobladores allí se han resignado a que nadie los escuche. No se toman medidas, no se buscan soluciones. Y no se informa.
El pasado 27 de agosto, desde Víbora Park, en la capital, Ana Margarita Fernández preguntaba aquí si la fregadora de autos situada frente a su casa (Porvenir 1470, entre María Auxiliadora y San Gregorio) incluía el servicio de discoteca a todo volumen.
La remitente contaba que ella había notificado el impacto sonoro al dueño de la fregadora, en varias ocasiones. Y dos delegados sucesivos del Poder Popular hablaron con él; de primer momento se controlaba la situación, pero pasado un tiempo volvían los excesos.
Al respecto responde Grisel Olivera Rojas, directora de la Dirección Integral de Supervisión y Control en La Habana (DIS), que se verificó la situación in situ. Y se comprobó «que la música de la cual se habla en la queja no procede del local, si no de los carros que están en espera de recibir el servicio de fregado».
No obstante, precisa, «se apercibió al titular, que es responsable de evitar dichas molestias a los vecinos».
También se convocó a los representantes de los factores de la comunidad, junto al delegado y presidente del Consejo Popular, para compartir con ellos el conjunto de acciones realizadas y las futuras tareas de seguimiento del asunto.
Concluye Grisel planteando que la demandante, Alina Margarita, y su esposo, expresaron su satisfacción por las acciones realizadas, que han conllevado el retorno de la tranquilidad en la zona.
Agradezco la respuesta. Y ojalá que los factores de la comunidad, junto a la DIS, le den seguimiento al tema.
Hay choferes y choferes entre los transportistas privados; lo sabe bien Oscar Estupiñán Ramírez, residente en calle 18 No. 11, en Los Guillenes, provincia de Holguín.
Distingue Oscar a Amalio Vidal Pupo, más conocido por «Mayito» entre los trabajadores, estudiantes y demás pasajeros que se trasladan a diario de Holguín a Gibara y viceversa. Y sugiere que si se topa con el auto chapa P026717, no dude en abordarlo. Allí va Mayito.
«Con él se acortan las distancias. Todo el que lo necesite, puede contar con su ayuda en los 33 kilómetros que separan a ambas ciudades. Para ese extraordinario cubano, vaya el reconocimiento y felicitación por su actuar desde el amanecer, cuando cantan los gallos y sale a trabajar. Ejemplo de desinterés y amor por los demás», concluye.
Por otra parte, reitero a nuestros lectores que, en caso de enviar una carta escrita a mano, tengan en cuenta, por favor, que no somos peritos calígrafos. Necesitamos buena letra. Si no la tiene, busque la ayuda de otra persona. Gracias.